La organización Otros Mundos Chiapas – Amigos de la Tierra México reclama que se permita a su coordinador, el activista Gustavo Castro, testigo del asesinato en Honduras de la dirigente lenca Berta Cáceres y retenido en ese país, regresar a México y atender las necesidades judiciales a distancia. Alerta además que la justicia de Honduras sigue sin revelar información sobre los requerimientos y sus razones que hace al activista.
Gustavo está en la Embajada de México en Honduras, en la capital de ese país, Tegucigalpa. Ha sido protegido siempre por esa casa diplomática y está mejorando bien de sus heridas. Sin embargo, hace días que no se le solicita nada por parte de la justicia hondureña, aunque le estableció una alerta migratoria de 30 días que le prohíbe salir del país.
Otros Mundos enfatiza que los abogados de Gustavo siguen trabajando para que se impugne esa resolución. “No le encontramos mucho sentido, Gustavo ha hecho todas las diligencias y tiene derecho a hacerlas desde México”, dijo a Radio Mundo Real este martes la vocera de Otros Mundos en este caso, Libertad Díaz.
La activista contó que existe un convenio entre Honduras y México para dar protección a los testigos, y que estipula el derecho, en este caso de Gustavo, de hacer las diligencias judiciales desde su país. “Estos convenios los conoce también la Cancillería mexicana, la Secretaría de Relaciones Exteriores, entonces hacemos un llamado no solamente a la Fiscalía hondureña, sino también a todas las demás instancias para que hagan ejercicio de estos convenios”, pidió Díaz.
La representante de Otros Mundos alertó también que la Fiscalía de Honduras sigue sin entregar ningún documento que explique cuáles son las diligencias que Gustavo debe hacer o las copias de las que ya ha hecho. “Nunca ha habido claridad sobre esto, el equipo de abogados no tiene claro el por qué de la alerta migratoria”.
Díaz también se refirió a la suspensión por 15 días de la abogada de Gustavo, también dictaminada por la justicia hondureña, luego que la representante legal del activista solicitara su expediente judicial.
El pedido días atrás de Otros Mundos para que el gobierno mexicano atendiera directamente el caso de Gustavo en Honduras y asegurara el respeto a los derechos del activista mexicano tuvo eco en las autoridades del país norteamericano. Según nos relató Díaz, hubo un compromiso de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de solicitar que Gustavo Castro pueda regresar al país y cooperar con la línea de investigación desde México. Se reconoció su apoyo a esas investigaciones y que Gustavo no se ha negado a ninguna diligencia.
Otros Mundos subraya que Gustavo además de testigo del terrible asesinato de Berta Cáceres, es una víctima de ese ataque, que de hecho le significó dos heridas de bala. La organización mexicana con sede en Chiapas llama a que continúe la solidaridad internacional, y que se siga presionando a las autoridades de Honduras para que Gustavo pueda regresar a su país, “y sobre todo que se atiendan las demandas del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras)”, que Berta coordinaba y que se ha mantenido cerca de Gustavo desde el ataque del 2 de marzo. “Desde México estamos trabajando para eso. Nos parece, al igual que el COPINH y la familia de Berta, que la línea de investigación debe ser ampliada, que no apunte a criminalizar a los compañeros y que también debe ser observada por organismos internacionales”, cerró Díaz.
Mensaje de Gustavo Castro al pueblo de Honduras
AL PUEBLO DE HONDURAS
No sé si algún día estas líneas lleguen a ustedes. Vine a Honduras con tanta ilusión. Hacía muchos años que no venía. Pero le agradezco a Berta que me haya invitado. Amiga del alma desde hace tantos años, ella y su familia. Pese a todo lo vivido no me arrepiento de haber venido ni de haber sido elegido por el destino para poder despedirme de mi querida amiga. Me duelen tanto mis heridas aunque ya van cicatrizando, pero me duele más el dolor del querido pueblo hondureño que no se merece esto, nadie nos lo merecemos. Siempre hemos admirado a este pueblo noble lleno de valentía y lucha por una vida digna para todos y todas, donde quepan todos, sin distinción y con justicia. Esa fue la lucha de Berta. Así como siento el amor del pueblo hondureño por México, así es el amor que siento por este hermoso país, por sus paisajes, por su naturaleza y sobre todo por su gente, por su orgullo de ser catrachos. No dejemos que ni los asesinatos ni los gorgojos nublen la esperanza ni el paisaje.
Cuando en México me topo por las calles con migrantes de esta tierra, no resisto el acercarme para tenderles la mano y reconocer su valentía, porque sé la travesía que llevan a cuestas, y el dolor por lo que dejan para seguir la ruta de la vida, de la esperanza, de buscar algo mejor. Y me digo y les digo, no se vayan, regresen, el viaje es difícil, nuestra gente, nuestra tierra nos necesita. Y les despido con una palabra que Berta siempre me decía: Cheke!
Nuestra tierra es generosa, nuestra sangre la misma, los mismos lazos mesoamericanos que nos unen desde siempre y que nos invitan a luchar, al igual que Berta, por una vida más digna y mejor para todos. En estos días de espera por reunirme con los míos, mucha gente hondureña me ha mandado su solidaridad y saludos de afecto. A todos les agradezco tanto, tanto. Berta significaba mucho para mi como para todos ustedes. Berta fue una mujer excepcional que luchó por una Honduras mejor, más digna, más justa, por un país para todos. Su espíritu crece en el corazón del pueblo hondureño, porque no la enterramos sino que la sembramos para que desde La Esperanza, alimente la esperanza.
Que no les quepa duda, he apoyado todas las diligencias que me han pedido las autoridades a la hora que me lo han solicitado, más de diez, y lo seguiré haciendo para que se haga justicia. Aunque siempre las autoridades me dijeron en múltiples ocasiones que me podía ir, incluso dispusieron de un helicóptero para salir de La Esperanza a Tegucigalpa, a última hora me solicitaban que me quedara para nuevas diligencias, lo que siempre he aceptado. Por el momento ya hice todo lo que está en mis posibilidades. Tengo vida, tengo familia. Desde México nunca dejaré de apoyar y siempre estaré dispuesto a ayudarlos para encontrar la verdad. Para ello tenemos entre ambos países un Tratado sobre Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Honduras.
Desde México seguiré asumiendo la responsabilidad histórica que tengo con el pueblo hondureño, con Berta y su familia y con el COPINH. En mi cuerpo llevo tatuadas las heridas para toda la vida que nunca me dejarán olvidar este compromiso.
Agradezco al COPINH haberme recibido. Son gente hermosa, sencilla, digna de sus ancestros, dignos de estas tierras maravillosas, y es un pueblo con un espíritu incansable de lucha por preservar su identidad y su lugar de origen, admirable en su respeto a la naturaleza y por su amor a Honduras. Y eso también se los admiro y agradezco mucho a ellos.
Son también lo que el mundo conoce y respeta de Honduras, son esperanza, son la semilla de donde germinará con más fuerza el espíritu de Lempira, de los pueblos ancestrales, del pueblo hondureño. Han sido ejemplo e inspiración de muchos en todo el mundo, como también lo han sido para el pueblo hondureño. Del mismo modo son ejemplo de dignidad todas las organizaciones sociales, campesinas, indígenas y garífunas y que luchan por un país mejor. A todos ellos les agradezco tanta solidaridad.
Agradezco a mi Embajadora y al Cónsul por todo su apoyo invaluable, que me han recibido con los brazos abiertos y protectores para poder hacer frente a esta situación tan adversa. Agradezco toda la solidaridad hondureña y la internacional por el cariño a Berta y por sus generosas muestras de preocupación, sus miles de cartas, firmas y mensajes que no tengo cómo pagar.
Pronto habrá justicia.
Tegucigalpa, Honduras – 15 de marzo de 2016