En la carta, dirigida a Madame Florence Bastien de esa institución docente y dada a conocer la semana que concluyó, se plantea que “desde la fe en el Cristo de los pobres, que se solidarizan con el caminar de los pueblos latinoamericanos, me dirijo a usted para comunicarle que sentimos honda preocupación por la asombrosa noticia de que el cardenal y arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, Oscar Rodríguez Madariaga, y junto a él el ex-director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) Michel Camdessus, recibirá las insignias de doctor honoris causa del Instituto Católico de París.
“Si bien es cierto que el prelado había logrado proyectar en los últimos años, en particular en el momento de su candidatura para la sucesión de Juan Pablo II, una imagen «progresista» de defensor de la causa de los pobres, a partir del Golpe de Estado del 28 de junio 2009 sus declaraciones dejaron al pueblo decepcionado. No fue solamente que, al igual que otros miembros de la conferencia episcopal hondureña y según dice “con el total apoyo del Vaticano” dejara de denunciar el golpe, sino que todo lo contrario, lo legitimó al declarar que «los documentos comprueban que las instituciones funcionaron correctamente y que la Constitución fue respetada». No condenó y ni siquiera evocó los asesinatos, las torturas y las detenciones masivas de las cuales se hizo culpable el gobierno de facto. Ni una palabra sobre la supresión de las libertades cívicas, sobre el cierre de todos los medios de comunicación que no se sometieron a los golpistas, en particular la radio de los jesuitas, Radio Progreso.
“Muy al contrario de las voces proféticas de monseñor Luis Alfonso Santos, SDB, obispo de Santa Rosa de Copán, de la Confederación de Religiosos en Honduras, del Provincialato Apostólico de los jesuitas en Honduras y de los dominicos de América Central, que condenaron el golpe de estado y los crímenes cometidos con el mismo, el señor cardenal optó por tomar parte a favor de los militares y las familias pudientes golpistas.
“Nos duele aun más que el cardenal estará acompañado de Michel Camdessus, cuyas políticas, que impulsó a la cabeza del FMI de 1987 a 2000, han sido más costosas en sufrimiento y en vidas humanas que las de los militares hondureños. Algunos analistas llaman estas políticas ‘crímenes económicos contra la humanidad’.
Y concluye el texto: “Con el otorgamiento de las insignias de doctor honoris causa a las personas mencionadas desde nuestro compromiso cristiano ponemos en entredicho lo “católico” del Instituto (Mt, 25, 40), dudando del valor de tales doctorados.”