“Yo nunca me arrepentiré de ser un revolucionario cubano, nunca me arrepentiré de lo que hice”, afirmó en Caracas, ciudad que visita, como reconocimiento a la solidaridad del pueblo venezolano con la causa de Los Cinco, luego de cumplir su condena en una cárcel norteamericana.
“Me siento orgulloso de defender la Revolución, a Cuba, de ser socialista y comunista, porque creo que el mundo no va a durar mucho si seguimos en
capitalismo. Espero que, tanto Cuba como Venezuela, así como los países que hemos escogido romper con el capitalismo, encontremos una alternativa, cada uno a su manera, para vivir en un mundo de justicia en el que todos seamos hermanos”, manifestó.
González fue condenado en Estados Unidos a 13 años de prisión y tres años de libertad condicionada, tiempo en el que perdió a su padre y sorteó el peligro acechante de ser blanco fácil de aquellos contra quienes luchó.
“Fue una etapa dura, en unos casos más dura que la prisión, porque estaba viviendo clandestinamente en los Estados Unidos, tratando de no ser localizado por los grupos terroristas que yo estaba monitoreando. Cuando yo fui sentenciado, la jueza me prohibió monitorear a los terroristas pero no le prohibió a los terroristas seguir haciendo terrorismo”, relató.
Durante el ejercicio de defensa de la soberanía cubana que ejerció en la ciudad de Miami, se adentró, durante al menos ocho años, en el accionar de grupos extremos que operaban al sur de la Florida.
“Ahí hubo de todo, desde terrorismo hasta narcotráfico, todo eso reportado a Cuba, quien trató de establecer con Estados Unidos una cooperación con relación a los hechos terroristas, pero en el gobierno, alguien decidió que esa operación era mejor cortarla y se produce nuestro arresto”, recordó.
Su formación política y revolucionaria lo llevó a aprovechar el tiempo en reclusión para formarse en la lucha revolucionaria, “que continúa hasta que estén de regreso (los cinco)”, afirma, a pesar de haber sido sometido durante años al abuso por parte de los propios fiscales, la humillación, maltrato, confinamiento en solitario y al impedimento de ver a su propia familia.
González insistió en que la lucha por la liberación de sus compañeros debe volcarse en presionar al gobierno de Washington con acciones políticas, ahora cuando las condiciones del mundo han cambiado, en gran parte luego de la incidencia del líder revolucionario venezolano, Hugo Chávez.
Afirmó el cubano que “después de Chávez, el mundo es otro, Latinoamérica es otra y le está exigiendo al gobierno norteamericano que cambie su relación con Cuba y ellos (EEUU) saben que esa relación pasa por Los Cinco”.
El héroe cubano aboga por una prensa honesta en el mundo, que derribe el cerco mediático que impone la industria de la noticia internacional.
“Es una batalla por la más elemental verdad, es triste que el siglo XXI haya que luchar por la verdad denodadamente, para que la gente la conozca, porque se gastan billones de dólares en engañar a la gente, mantenerla en la ignorancia, separarlas e incomunicarlas”, dijo.
Denunció que el poder mediático norteamericano levantó un “muro del silencio” contra su propio pueblo sobre el caso de Los Cinco, que de producirse una cobertura del juicio en su oportunidad, hubiese resultado en “un escándalo”.
A su paso por el país, resaltó el alto nivel de conciencia colectiva del venezolano, que se manifiesta en la discusión, el pensamiento y el hacer cotidiano frente a las tendencias mundiales que modela a un ser cada vez más inconsciente y egoísta.
González dibuja su futuro inmediato en la isla antillana, junto a sus cuatro compañeros en libertad. “Yo quisiera verme en una Cuba donde están Los Cinco, ese es mi principal propósito. Ahí encontraré mi puesto para seguir defendiendo el socialismo que estamos construyendo”.
René González, Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998, en Miami, donde hacían seguimiento a grupos terroristas que desde esa ciudad organizan, financian y ejecutan actividades contra el Gobierno y pueblo de Cuba, que desde el triunfo de la Revolución en 1959, ha sido víctima de diversos ataques terroristas procedentes de Estados Unidos como el permanente bloqueo económico, comercial y financiero; la invasión de Playa Girón (1961); la explosión del carguero francés La Coubre en el puerto de La Habana (1961); la guerra biológica denominada “Operación Mangosta” (1961-1962) con el objetivo de destruir cultivos agrícolas y el ganado; entre otras explosiones, incendios, bombardeos y una férrea campaña mediática de satanización del Gobierno revolucionario que dejaron 3.478 muertos y 2.099 incapacitados.
Como René, Fernando González, también cumplió su condena y logró salir de la cárcel el 27 de febrero de 2014, después de cumplir 13 años de prisión.
fuente: Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo
