El profesor e investigador Jaime Estay, hizo un balance para la región de las negociaciones con la Organización Mundial del Comercio (OMC). Desde su fundación en enero de 1995 ha mantenido un discurso de “trato entre iguales para economías profundamente desiguales”. En la práctica la OMC “para nada ha atendido los problemas de desarrollo de las naciones del continente americano.
Entre los resultados señaló el cumplimiento tardío de muchos de los acuerdos aprobados en sus rondas de negociaciones, la falta de correspondencia entre los objetivos de esta organización y las necesidades reales de los países miembros. Además le ha seguido el juego a la política de lucha contra el terrorismo, impulsada por Bush, tras la cual han intentado la profundización y ampliación de acuerdos con lo que afectan seriamente las soberanías nacionales.
Estay denunció los mecanismos antidemocráticos que permiten al interior de la OMC que un grupo pequeño de países decida sobre los destinos de la organización y sus demás miembros. El sueño de la prosperidad que llegaría con estas estrategias de liberación comercial sigue pendiente y se devela como una nueva y gran falacia capitalista.
Según Jorge Coronado, de Costa Rica, “se ha incrementado el déficit comercial de las economías latinoamericanas ajustadas a estas formulas neoliberales. Las exportaciones apenas han crecido mientras que las importaciones adquieren altos porcentajes como por ejemplo en El Salvador y Nicaragua.
Apuntó además que “las trasnacionales de frutas y flores son las grandes ganadoras con estos tratados, en cambio los agricultores clasifican como los menos beneficiados”.
También se escuchó la experiencia de la lucha popular en Costa Rica contra la firma del TLC. Una de sus principales artífices María de los Ángeles explicó el trabajo de los Comités Patrióticos, que surgieron como nuevo sujeto político en ese territorio.
“Los movimientos sociales dan un salto cualitativo y rompen algunas de las formas de organización tradicional para autogestionarse de manera más horizontal.La presencia de las mujeres en esta resistencia popular también fue muy notable.”
A pesar de las presiones de grupos de poder y del gobierno, de los medios de comunicación y de la Embajada de los EEUU, se logró implicar en las movilizaciones por el no al TLC a grandes sectores de la población y despertar la creatividad ante la falta de recursos para la campaña.
Representó “la toma de consciencia de sectores sociales. Se rompieron las normas de la institucionalidad. Perdimos una batalla, pero no la guerra-añadió la dirigente popular-. Hay un acumulado para continuar, porque los sueños de hoy serán la realidad del mañana, como dijera José Martí.”
