El pasado mes de febrero llegó recordándonos, entre otras cosas, las visitas metodológicas a las experiencias innovadoras de la participación que acompañamos como Centro Memorial Martin Luther King. Cada equipo que acompaña las regiones (EAR), negoció las rutas a seguir en este sentido. El EAR occidental, en sus preparativos, identificó la necesidad de realizar un proceso formativo con las personas que gestan las experiencias y con las que las acompañan. Ya habíamos identificado en varios momentos y con estas personas, la necesidad de comprender mejor el proceso en el que nos adentrábamos, no obstante no habíamos podido darnos esta oportunidad.
Finalmente nos dimos cita un grupo compuesto por personas que dinamizan y otras que acompañan las Experiencias: “Mujeres por la equidad y la Economía Popular y Solidaria” y “Casa comunitaria Los Palos” y parte del EAR occidental. La Iglesia Presbiteriana de Los Palos nos abrió sus puertas y nos acogió como la familia que somos.
El día 20 al mediodía, en la casa comunitaria, apoyados en el texto de Los caminantes de Emaús, reflexionamos sobre las pistas para el acompañamiento: “estar con la gente en el camino, caminar con quienes no conocemos, la comunión, ser parte de algo, compartir el pan, escuchar y apostar por la gente como Jesús”; y como puente varias pregunta que nos invitaban a ir más allá: ¿cómo queremos que nos reconozcan a nosotros/as?, ¿qué tiene de diferente nuestro acompañamiento?, ¿por qué no es igual a cualquiera que pueden estar haciendo otras personas en estos momentos?
La lectura del documento de Horizonte Político del Acompañamiento, que es a su vez un producto de las reflexiones de nuestra familia en movimiento en estos sentidos, nos ofreció punto de partida y lugar al que queremos ir. “Nos sentimos identificadas, está muy digerible, expresa nuestra propuesta ética y muestra aquello que nos diferencia de otras personas en Cuba que hacen acompañamiento… Hay una elección política, un camino definido….Habla de una labor educativa….estratégica… Entender que es el territorio el lugar de batalla permanente entre la dominación y la emancipación… que es donde se da el testimonio de la apuesta política que tenemos…La flexibilidad de hacer, de generar cosas, estructuras, sostenibilidad, autonomía… cuando la gente se junta logra caminar, ensaya diferentes maneras hasta que lo logra”.
Este momento inicial dejó también las preguntas asociadas a los “cómo” y para eso no pudimos tener mejor testimonio que el de las experiencias contándose en algunas de sus gestoras. El estudio bíblico de esa noche en la iglesia Presbiteriana lo tomaron por asalto mujeres que tienen un duro bregar en: 1- el emprendimiento femenino, y que hoy se organizan para seguir en su apuesta contra la violencia de género y la vida colectiva a través de la economía popular y solidaria y 2- la recreación cotidiana de una manera de vivir la fe, la iglesia y la diaconía pensando en el bien común también fuera del templo y no solo para cristianos y cristianas.
Luego de esto entramos en lo que cariñosamente llamamos “macuto”, pero que contiene una sistematización muy detallada de nuestra propuesta de acompañamiento desde el CMMLK y las Redes. Un documento muy detallado, perfectible, que es resultado de tantos años y de tantas personas viviendo el acompañamiento desde una opción política por la profundización del socialismo cubano y la construcción del reino de Dios aquí y ahora. Muchas fueron las reflexiones; un momento muy disfrutado fue aquel en el que nos miramos y dijimos: ya vamos entendiendo y ahora sí sentimos que queremos vivir el acompañamiento y lo necesitamos.
Ambas experiencias transitan por momentos distintos, por lo mismo fue necesario encontrar el de cada una, sus necesidades de acompañamiento actuales y las potencialidades del equipo que lo realizará, el cual también está en un proceso de comprender y formarse para este rol. Para una experiencia es urgente aprender sobre la organización y el funcionamiento como un tejido social; y para otra una mirada sistematizadora a lo vivido.
Luego de pensar algunos pasos y compromisos a seguir, nos dimos un tiempo para evaluar el taller. Volvimos como caminantes a buscar las piedras que no nos dejaron caminar tranquilamente, las semillas que ya fueron naciendo y el horizonte que sigue marcando la ruta.
No nos quedaron dudas de que este espacio contribuyó muchísimo a una comprensión más clara del acompañamiento que ofrecen el CMMLK y sus redes. Se legitimó la intención y las posibilidades de acompañar según las necesidades de ambas experiencias de ser o continuar siendo acompañadas. Se favoreció la integración entre ambas experiencias y se potenciaron desde sus saberes y sus características específicas, se dieron esperanza, apoyo moral y hasta material. Se confirmó nuevamente aquel principio zapatista que hoy da voces a muchas personas y colectivos: ¡solas llegamos más rápido, pero juntas llegamos más lejos!