La cercanía geográfica hizo factible la participación de las y los santiagueros en la VII Jornada Nacional de Lucha contra la Homofobia. Nos convocaban dos Redes: la Ecuménica Fe por Cuba junto a su equipo de coordinación territorial en Bayamo y la de Educadoras y Educadores Populares.
Reunidos en el grupo Demano o Biblioteca 1868, nos dimos cita el pasaddo 16 de mayo con la teóloga Raquel Suárez para revisar algunos prejuicios heredados de la tradición judío-cristiana que han conducido al rechazo y discriminación hacia las personas con una orientación diferente a la normativa heterosexual.
La lectura de la Biblia sin una exégesis crítico contextual puede justificar la homofobia. Si tomamos por bandera el pasaje de Levítico 18:22 No te echarás con varón como con mujer, es abominación, tenemos solo palabras descontextualizadas que traen resonancias negativas a nuestras vidas. “Debemos disentir qué puede ser regla de fe y orden ante la equidad, la igualdad y el respeto con la creación”, reflexionaba Raquel.
Escudarnos en el fundamentalismo religioso, que condena y demoniza la diversidad de todo tipo, nos convierte en hombres y mujeres que no escuchan las experiencias de los demás, y a decir de la palabra Pero, si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores (Santiago 2:9).
Retomo el mensaje final de la facilitadora en el intenso debate: “recuperemos la teología de la sexualidad como signos de bendición, apartando su concepción de tarea prescriptiva. Vivamos nuestras relaciones afectivas duradera, responsable y fielmente, sintiéndonos amados por Dios”.