Este 12 de octubre la Plaza del Carmen, en Camagüey, vivió una noche distinta. Se convirtió en uno de esos territorios de América Latina, donde las voces de las mayoritarias “minorías” se levantan con consignas y cantos populares para defender sus derechos. La fecha lo ameritaba. Como en varios países de la región, se realizaba el Grito de los Excluid@s, una jornada continental de movilizaciones contra el capitalismo y la discriminación. En la plaza, estudiantes latinoamericanos y cubanos , junto al Centro Memorial Martin Luther King (CMLK) y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) hicieron un puente a América e invitaron a quienes quisieron sumarse a celebrar 500 años de lucha indígena, negra y popular contra la colonización.
Cientos de personas tomaron la plaza. Las farolas artesanales, las banderas, los carteles alegóricos a la resistencia adornaban la noche. Lada Blanco arrancó y su música fue otro anuncio de que la acción también sería una fiesta por la integración. Cuando callaron los tambores y las cuerdas, una estudiante explicó el sentido del encuentro: “El 12 de octubre en general se conoce como el día del descubrimiento de América, desde una visión colonizadora y eurocéntrica, cuando en realidad nuestro continente estaba habitado desde siglos atrás por civilizaciones y comunidades milenarias que fueron saqueadas y masacradas por los imperios europeos para imponer un único modelo de vida a seguir. Es por eso que los movimientos sociales latinoamericanos deciden renombrar esta fecha como el día del Grito de l@s excluíd@s, reivindicándola, recuperando nuestra historia
y sus consecuencias en nuestro presente, transformándola en un día de lucha y manifestaciones populares que reclaman sus derechos a la justicia y a la vida en todo el continente.”
Carla López, en representación del CMLK y de las redes que se articulan a partir de los talleres de formación de la institución, dijo que la actividad no era un hecho aislado, sino que forma parte de un movimiento latinoamericano que viene recomponiéndose. En Cuba, afirmó, también nos conectamos con esas luchas. Y habló de la amplia red de educadores y educadoras populares que en estos meses tienen encuentros territoriales donde las discusiones también tocan la situación en América Latina y el tránsito por los caminos de la solidaridad. Además tienen espacio para, creativamente, retornar a la memoria, a estos 500 años de gritos por las causas más justas. Ese mismo día, en el inicio del Encuentro territorial en la Ciénaga de Zapata se celebró el Grito de los Excluidos. En La Habana, en el taller de transformación del barrio de La Ceiba se contaba, mirando también la actualidad, sobre rebeliones negras e indígenas contra la colonización y la esclavitud.
Precisamente ese fue el tema de la representación teatral que siguió en la Plaza del Carmen. Tres momentos históricos. El tiempo de las comunidades aborígenes. La cruenta colonización. La pos colonización hasta hoy. La imaginación fue desbordada. El arte militante se puso al servicio de la reflexión. Para el Colectivo latinoafricano de estudiantes que preparó la obra, lo más importante, según subrayaron, fue el proceso de formación para generar el guión, que los sumergió en artículos y libros para tocar a profundidad estas etapas. “Eso también nos unió como grupo, como colectividad al servicio de muchos y muchas”, reconocieron Emilia y Dheise, estudiantes uruguaya y brasileña respectivamente, que se convirtieron en las principales organizadoras de esta acción.
Otro valor de la celebración fue el trabajo grupal. Quienes llegaron a la plaza no fueron solo espectadores y espectadoras, ya que pudieron contar desde sus vivencias los significados de la exclusión y las formas en que puede ser superada en espacios como el trabajo, la familia, y en otros de la vida cotidiana. Las palabras tendidas por todo el sitio eran las llaves para entrar a la práctica con “más trabajo social”, “conciencia”, “debate”, “respeto y aceptación”, “participación popular” para “transformar y construir una sociedad más solidaria”.
Un momento especial resultó la presentación de la Campaña Creando puentes, que tiene el propósito de divulgar la situación de los presos políticos en América Latina, “esas personas
encarceladas por poseer y expresar sus ideales de justicia , por reclamar una vida digna para sus pueblos”. Se recordaron luchadores y luchadoras de Perú, Colombia y también la causa de los cinco presos cubanos en Estados Unidos.
Luego la murga argentina invadió la plaza. El sonido fuerte, provocador imantó a los presentes. El arte en resistencia volvió a llamar al grito de todos y todas contra la dominación.