“Quienes estamos hoy aquí defendiendo a Venezuela sabemos los riesgos pero no esperamos lechos de rosas, somos conscientes de por qué hay que ser solidarios y hacerlo desde aquí… y si hay que combatir yo traje un par de botas y otro para regalar…”, dijo Claudia de la Cruz, una dominicana que vive en los Estados Unidos, a quien no le tembló la palabra al definir por qué los pueblos están hoy defendiendo a Maduro y la Revolución Bolivariana.
Claudia, quien forma parte del Proyecto Educación Popular, un Movimiento Social en el corazón del imperio, fue una de las oradoras en la conferencia de prensa con medios nacionales e internacionales, como antesala a un encuentro de solidaridad con Venezuela y contra el imperialismo, como parte del proceso de construcción de la Asamblea Internacional de los Pueblos, del 24 al 27 del presente mes.
Joao Pedro Stedile de la dirección nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil, uno de los impulsores de esta iniciativa de articulación mundial de las luchas populares, dijo a los venezolanos que “no den importancia a lo que está diciendo Trump por ahí, su tiempo ya está terminando. Ustedes eligieron a Maduro por seis años y el pueblo de los Estados Unidos va a sacar a Trump del poder el año que viene”.
“Por eso vamos a resistir, vamos adelante, que la causa de los pueblos siempre es victoriosa a pesar del bloqueo y de la fuerza de las armas. Ellos tienen las armas pero no tienen a los pueblos”, dijo el destacado luchador social.
En representación de las fuerzas progresistas europeas, Marga Ferré de Izquierda Unida, España, precisó que “independientemente de lo que digan algunos gobiernos que son sumisos a los Estados Unidos, los pueblos de Europa no quieren una intervención militar en Venezuela; y estos días estaremos reafirmando que cada pueblo tiene el derecho a gobernarse como quiera…”. Más adelante dijo enfática “para aquellos que creen que la democracia es imponer su voluntad, o que porque tienen más armas pueden imponer su voluntad, están equivocados y por ello seguiremos trabajando por el internacionalismo entre los pueblos, y por eso estamos aquí…” puntualizó.
Si un continente sabe apreciar el valor de la solidaridad y el internacionalismo son los pueblos de África. Reivindicando las luchas y su compromiso con las causas justas en otras partes del mundo, Cosmas Musumali del Partido Socialista de Zambia dijo que “el internacionalismo no es un acto de caridad, es una extensión de nuestras luchas a través de las fronteras. Nuestro enemigo común que es el capitalismo y el imperialismo no operan en un espacio irrestricto, por eso lo que es la lucha del pueblo venezolano hoy también es nuestra lucha…”.
El dirigente africano enfatizó que “es inaceptable que autoridades internacionales piensen que la soberanía de un país no pertenece a su pueblo, y es inaceptable que se quiera desconocer la voluntad del pueblo venezolano, su constitución y sus instituciones…”.
Como parte de la propia iniciativa de la Asamblea Internacional de los pueblos, en los últimos días, 150 jóvenes de 40 países están en Venezuela en la Brigada Internacionalista “Che Guevara”, dialogando, conviviendo con el pueblo bolivariano y chavista y dando su modesto aporte; pero sobre todo, dispuestos a compartir y apoyar en la práctica en estos complejos momentos en donde Venezuela está cercada y amenazada.
En representación de ellos, Rodrigo Suñe de la organización Levante Popular da Juventude de Brasil, ilustró que “estos días permitieron conocer la verdad que vive Venezuela y las grandes mentiras que difunde la guerra mediática… con estas vivencias nos llevamos el compromiso de poner estos debates en nuestros países y crear espacios amplios para las personas que no queremos la guerra y que sabemos lo que está en juego hoy en Venezuela…”.
En medio de un contexto de agresión, de guerra mediática, de un montaje internacional para tensionar en frontera y a lo interno situaciones que justifiquen una intervención militar en Venezuela, aquí está codo a codo la solidaridad de los pueblos del mundo pues la suerte de esta hermana nación y de la Revolución Bolivariana determina no solo la suerte de Nuestra América, sino del mantenimiento del actual orden y normas políticas y diplomáticas internacionales.