Los tres estudiantes llevaban a casa a unas compaeras tras un examen de matemticas cuando fueron detenidos en una calle de la capital venezolana. Mostraron sus carns universitarios y rogaron clemencia, pero sus atacantes, armados y algunos encapuchados, los maniataron, golpearon y acribillaron a balazos.
La justicia inculp de estos asesinatos registrados en un callejn de Kennedy, un barrio pobre del sudoeste de Caracas, a agentes de la Direccin de Inteligencia Militar (DIM), encabezados por el mayor del ejrcito Jos Pea y el teniente de navo Jorge Escalona, a cuatro efectivos de la polica judicial (detectives) y uno de similar fuerza municipal. Varios con rango de inspectores.
El grupo de seguridad buscaba a los asesinos de Eduin Toussaint, un joven agente de la DIM que haba sido abatido en la zona donde fueron abordados los estudiantes y dos das antes, cuando unos delincuentes le atacaron para despojarle de su arma, e improvisaron un puesto de control en una va que serpentea por la barriada.
Segn testimonios, el automvil con seis ocupantes fue interceptado por un agente, vestido de civil, encapuchado y con un arma larga. Los jvenes, temerosos de un asalto, siguieron de largo, bajo el fuego de armas largas y cortas que hiri a una de las jvenes.
Con los tres estudiantes de la de la Universidad Santa Mara viajaban en el pequeo vehculo tres compaeras de estudio que tambin fueron baleadas, aunque sobrevivieron, y se suman a familiares, vecinos y algunos policas que han revelado este crimen a manos de uniformados.
Ello ayud a reconstruir la tragedia desatada la noche del 27 de junio. Cuando se detuvieron un poco ms adelante para pedir ayuda para la joven herida, los policas les dominaron, asesinaron a los varones, Leonardo Gonzlez, Edgar Quintero y Erick Montenegro, e hirieron a las acompaantes.
La mayora de los vecinos se ocult en sus casas, temerosos de ms muertes.
Los agentes entonces aprovecharon para montar una escena de crimen diferente: colocaron algunas armas en el suelo y en el auto, y recogieron los casquillos de las balas, incluso arrancando a martillazos algunos incrustados en paredes cercanas. De ese modo simularon un enfrentamiento con presuntos delincuentes.
Horas despus, una segunda comisin policial, orientada por testimonios de familiares y tras llevar a las heridas a un hospital, logr develar el montaje del grupo encapuchado, y los medios de comunicacin, la fiscala y el gobierno descubrieron la verdad de lo sucedido.
Desde hace mucho tiempo en Venezuela se utiliza este procedimiento para transformar homicidios en enfrentamientos. Es una prctica histrica, admiti el ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacn, en conferencia de prensa en la que describi la secuencia del crimen.
No tenemos forma ni manera de reparar el dao causado a esas familias por el asesinato de los jvenes. Slo podemos investigar para que se sepa la verdad, llevar los responsables ante la justicia y atomar las medidas que podamos para tratar de que esos hechos no se repitan, dijo Chacn al anunciar la destitucin de seis jefes policiales.
El presidente Hugo Chvez dijo que no podemos tener en la calle asesinos con carn, matando gente. Uno entiende que un polica armado puede cometer un error, pero ah no lo hubo. Pretendieron sembrar armas para fingir un enfrentamiento. Eso da dolor e indignacin. Hay que limpiar las policas.
Chvez se pregunt cuntas veces habr ocurrido eso en Venezuela, aludiendo a la muerte de presuntos o reales delincuentes en enfrentamientos. A su vez, Chacn coment que, si con la polica judicial y la DIM tenemos problemas, lo que pasa en las policas estaduales (de los 23 distritos en que est dividido el pas) no tiene nombre.
Segn Provea, una organizacin no gubernamental de derechos humanos, de los 12.000 homicidios al ao que se cometen en este pas de 25 millones de habitantes, al menos 18 por ciento 2.300 casos sealados— corresponde a lo que oficialmente son presentados como enfrentamientos entre bandas de delincuentes con policas.
Lo que pas en Kennedy es un patrn sistemtico de las policas y cuerpos de seguridad del Estado. Los funcionarios policiales no actan bajo el esquema de seguridad de un Estado democrtico, dijo Correa a IPS.
Agentes de inteligencia militar y de la polica judicial (su nombre exacto es Cuerpo de Investigaciones Cientficas, Penales y Criminalsticas) no deben actuar en labores de control y alcabala (puesto de vigilancia), o encapuchados. Pareciera que en vez de justicia, estaban buscando venganza porque se haba asesinado antes a un funcionario, coment.
En medio del dolor, Isauro Gonzlez, padre de Leonardo, record a periodistas que en Venezuela no tenemos pena de muerte, pero los cuerpos policiales se han encargado de ejecutarla. Eso ocurre con mucha frecuencia.
Si uno analiza las cifras oficiales de enfrentamientos entre policas y delincuentes, por cada funcionario muerto fallecen 45 civiles, observ Correa.
Segn la Defensora del Pueblo, en 2004 perecieron vctimas de excesos policiales 269 personas, en su gran mayora a manos de agentes de fuerzas de seguridad de los estados, y admiti que en muchos casos se altera la escena donde ocurre el ajusticiamiento y se traslada la vctima a un lugar diferente de donde sucedi el hecho.
En el parlamento se cursa una investigacin sobre crmenes atribuidos a la polica del estado de Gurico, en las llanuras centrales al sur de Caracas, pero su discusin se enfri despus que el gobernador, Eduardo Manuitt, seguidor del presidente Chvez, aleg que la pesquisa era parte de una confabulacin poltica en su contra.
Fernando Fernndez, de la seccin venezolana de la organizacin humanitaria Amnista Internacional, abog porque se apruebe un cdigo de conducta policial, en tanto el gobierno defiende la tesis de crear una polica nacional, a la que se supediten las regionales y municipales.
Los abusos policiales forman parte de una cultura. Vamos a tomar medidas, pero no nos pidan resultados de la noche a la maana, concluy el ministro Chacn.
+Provea (http://www.derechos.org.ve)