De acuerdo con la profesora de Derecho Internacional Público, Cristine Zanella, la demanda presentada a la CIDH se basa en varios estudios científicos que comprueban la responsabilidad de la ONU en la introducción de la bacteria causante del cólera en Haití, país que estaba libre de esa enfermedad desde hacía más de un siglo.
Un estudio presentado en diciembre de 2010 por el investigador Renaud Piarroux mostró que el foco de la enfermedad está en el campo de soldados de la ONU de Mirebalales. Los soldados de la base militar de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) salieron de la capital de Nepal, Katmandú, días después de un brote de cólera. En el campo de Mirebalales, desechos fecales de los soldados contaminaron y continúan contaminando el río Artibonite, diseminando el vibrión del cólera.
Inmediatamente, un panel de cuatro especialistas nombrados por el mismo Secretario General de la ONU confirmó que el foco de la enfermedad está en el campo de Mirebalales y que la bacteria presente en Haití es la misma encontrada en el sur de Asia, región donde se ubica Nepal. El panel llega a denunciar las condiciones sanitarias del campo de soldados, pero termina concluyendo, inesperadamente, que todo no fue otra cosa que una “confluencia de circunstancias”.
Basado en esta tesis, la ONU no reconoce su responsabilidad en la epidemia, que ya mató a casi siete mil haitianos/as (datos oficiales, o sea que puede ser un número todavía mayor) y que afecta al 5% de la población. Esa postura produce graves consecuencias para el país.
“Hace 14 meses vemos esa resistencia de la ONU de asumir su responsabilidad en la introducción del Cólera en Haití. Eso dificultó el combate de la enfermedad, el destino de recursos y terminó determinando el fracaso de la estrategia de combate, pues el foco no fue combatido”, explica Cristine.
Por otro lado, además de no asumir la responsabilidad, la ONU le echa la “culpa” de la epidemia al mismo Haití. “La ONU prácticamente culpa a las víctimas por no conseguir resistir la epidemia. La organización dice ‘si no fuera que Haití tiene un sistema sanitario precario…’, pero es cruel, perverso decir eso, cuando la ONU no tuvo responsabilidad por sus soldados”, critica.
Ante esto, el proyecto Brasil-Haití demanda no sólo indemnizaciones a las víctimas y familias, sino un pedido oficial y solemne de disculpas por parte de la ONU al pueblo haitiano y el aporte de recursos para reestructurar el sistema sanitario del país.
“La ONU tiene privilegios e inmunidad, incluso hasta en la hora de debatir una situación en la que la ONU viola los tratados que debería proteger. La CIDH necesita mostrar que los Derechos Humanos en aquel territorio también deben ser respetados”, destaca.
La demanda completa, con los documentos científicos en los cuales se basa, está disponible en este enlace: http://www.fadisma.com.br/acaopelohaiti/peticaohaiti/2011.10.17%20-%20Denuncia%20a%20CIDH%20-%20versao%20portugues-oficial-final%20%5Btexto%2Bdocs%5D%20%5BA%5D.pdf
por: Camila Queiroz
Traducción: Daniel Barrantes – barrantes.daniel@gmail.com