Las últimas noticias y pronunciamientos que llegan principalmente del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) dan cuenta de que son las mayoritarias minorías de la nación la diana de los disparos del gobierno de facto, militares y chepos. A ellos y ellas, hombres y mujeres de pueblo que integran la resistencia y la esperanza de una nueva Honduras, está dirigido el fuego de los opresores, los mismos que llevaron al poder a Roberto Micheletti y ahora se dan las manos con Porfirio Lobo, ONGs y la embajada norteamericana para perpetuar a punta de bala el racismo, el patriarcado y el capitalismo.
La campaña América Latina y el Caribe, una región de paz: fuera las bases militares extranjeras!, hace un llamado a la unidad de organizaciones y movimientos sociales, teniendo en cuenta su sentido estratégico, pues el golpe de Estado en esta nación centroamericana es un ensayo para traer al presente las dictaduras que ultrajaron nuestra independencia y dignidad. Son varios los ejemplos que demuestran esta creciente militarización y criminalización de la protesta, que nos obligan a respaldar solidariamente a la resistencia hondureña:
• La permanente agresión contra integrantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares, Indígenas y Negras de Honduras (COPINH). Según las informaciones más recientes la represión ha llegado al punto de incendiar una escuela en la comunidad de Santa Rosita, en el municipio de San Francisco, Departamento de Lempira para contener la acción popular. Además, ha sido constante el asedio contra los medios comunitarios, como La Voz Lenca, cuyos comunicadores y comunicadoras han tenido que fortalecer sus medidas de seguridad para no callar.
• En el Bajo Aguán, los militares mantienen una guerra abierta contra campesinos y campesinas. Más de 19 casos de asesinatos han sido reportados, los cuales carecen de investigación judicial. A esto se une un número indeterminado de heridos, el desalojo y la impunidad con que actúan las fuerzas de la ¿seguridad? pública y contratistas que custodian las propiedades de los terratenientes e impulsan el robo de recursos y tierras.
• Las altas tasas de feminicidio 25 mujeres son asesinadas cada mes y el desconocimiento de sus derechos por parte del gobierno de facto evidencian una situación inédita de abierta violencia, que además justifican las instituciones culpando a las mujeres de provocar estas acciones contra ellas.
• También se han conocido unos 37 casos de asesinato contra la Comunidad Lésbica, Gay, Transexual, Bisexual e Intersexual (LGTBI). Numerosas han sido las denuncias ante estos crímenes y las protestas frente a la indiferencia y los brazos cruzados de los órganos estatales. La impunidad se ha creado el argumento de una homofobia generalizada en el país.
El gobierno de facto de Porfirio Lobo, continuador del régimen instalado por Roberto Micheletti, ha pedido apoyo a Estados Unidos para el “esclarecimiento” de estos crímenes y los dirigidos contra periodistas. A la demagogia, el compromiso con los grupos más conservadores de las Iglesias Católica y Evangélica, se añade esta política de sometimiento y pérdida de la soberanía. Las concesiones hechas a transnacionales extranjeras y las políticas para privatizar los derechos, incluso el de la educación, hacen más nítido el entreguismo, lo que ha despertado también la enérgica protesta de profesores y profesoras y estudiantes, que han custodiado en medio del fuego sus instituciones formativas.
Ante el retroceso que ha significado para el pueblo hondureño el golpe de Estado, organizaciones, movimientos y redes sociales articuladas en la campaña contra la militarización demandamos el no reconocimiento al régimen hondureño y la preparación de movilizaciones conjuntas en cada país desde ya y hacia el 28 de junio, cuando se cumplirán dos años de esta heroica resistencia.
tomado del primer Boletín de la Campaña América Latina y el Caribe, una región de paz: fuera bases militares extranjeras
Más información en: http://colombianobases.org