En Bolivia, desde la colonización española, se mantienen estructuras patriarcales y de colonialismo interno que han dado como resultado una ideología racista y discriminadora fuertemente arraigada en nuestra sociedad. Esta ideología ha servido para encubrir y al mismo tiempo viabilizar diversos mecanismos económicos y políticos de dominación.
Los ciudadanos –y sobre todo ciudadanas- más perjudicados en esta situación han sido bolivianos y bolivianas de los pueblos originarios-indígenas, en el campo y en la ciudad.
El racismo y la discriminación han funcionado como ideología de dominación, menoscabando la dignidad de las personas tanto por la violencia explícita (golpes, insultos, estereotipos, trabajos forzados, servidumbre, explotación laboral y sexual, hasta el extremo incluso del genocidio) como por la violencia implícita y simbólica (menos acceso a oportunidades educativas, laborales y de vivienda; marginación de la inversión pública, exclusión en atención de trámites; expresiones verbales y gráficas subliminales… ). El resultado de todo ello es que la pobreza y la exclusión en Bolivia tienen rostro indígena y de mujer.
Por ello, nosotras y nosotros, miembros de la red ecuménica Fe y Política Bolivia, pensamos que es más que necesaria una ley que fomente medidas de prevención y penalice, en distintos ámbitos de la vida pública, las prácticas racistas y discriminatorias, sobre todo aquellas que provienen y potencian las relaciones de poder. Por ello apoyamos la aprobación del Anteproyecto de Ley contra el racismo y toda forma de discriminación, aún sabiendo que sólo es un primer paso, y que se necesitan muchos más mecanismos concretos para desmontar esa ideología racista y discriminadora que no nos permite ser una sociedad incluyente, democrática y equitativa.
Más aún, llamamos a que se sumen a esta posición todos los cristianos y cristianas, miembros de diferentes iglesias cristianas en nuestro medio, y apoyen la inmediata aprobación en detalle de la mencionada ley. Como cristianos/as, interpelados/as por las luchas emancipadoras de nuestros pueblos indígenas y de nuestras hermanas mujeres, no podemos cerrar los ojos ante la cruda realidad del colonialismo interno, realidad en la que nuestras iglesias han sido, de una u otra forma, cómplices. El cristianismo histórico sólo podrá ser creíble entre nuestros pueblos y ante las generaciones futuras, si es capaz de asumir autocríticamente esta historia y volver a la frescura del Evangelio de Jesús de Nazaret, que es anuncio de vida y liberación para los oprimidos y oprimidas de todos los tiempos. En ellos y ellas se revela el verdadero rostro de Jesús, cuya Buena Noticia es siempre “vino nuevo” para todos los pueblos y generaciones.de
Las cristianas y cristianos de diferentes confesiones, guiadas/os por la praxis liberadora de Jesús, que tuvo como criterio fundamental la defensa de la vida y la dignidad de las personas (Cf. Lc 4,18-19) y guiados también por la praxis de fraternidad radical de las comunidades cristianas primitivas bajo la hegemonía del Imperio Romano (Cf. Gal 3,18, toda la carta a Filemón, etc.), nos adherimos a toda acción legal y movilización social que haga frente a viejas y re emergentes prácticas racistas y discriminatorias “para promover y garantizar la dignidad, la igualdad, el respeto, la armonía, la inclusión, la equidad social y de género, el bienestar común y la solidaridad de las bolivianas y bolivianos” (Art 1. Anteproyecto de la ley contra el racismo y toda forma de discriminación).
A este respecto y para contradecir las tendenciosas opiniones de sectores conservadores de nuestra sociedad, es bueno advertir que este proyecto de ley es el único y primero en este periodo post constitucional, que ha surgido no de una iniciativa gubernamental-estatal, sino que de una iniciativa de la sociedad civil organizada, luego del último y temerario genocidio indígena que hemos vivido en Pando, en Septiembre de 2008.
Todos los ámbitos de la sociedad boliviana estamos desafiados a un proceso de descolonización y despatriarcalización, especialmente en instituciones que tienen que ver con la producción y reproducción de ideas, imágenes y símbolos representadores de la realidad y la convivencia social. Entre estas instituciones están la educación pública, la religión dominante y la información y comunicación social. En este último ámbito nos parece que es necesario convocar a los y las periodistas a que recuperen, como componente esencial de su vocación de comunicadores sociales, su conciencia ética y ciudadana. Y más allá de refugiarse en el manoseado discurso de la “defensa de la libertad de expresión”, dejen de defender cerradamente los intereses de grandes capitalistas y consorcios propietarios de los medios, que son en realidad quienes monopolizan la información y la comunicación social de masas y que orientan la generación de opinión pública a la medida de sus intereses.
Hermanas y hermanos periodistas, recuerden que para nuestro pueblo, es claro que los medios de comunicación han cumplido un rol decisivo en mantener y acentuar acciones y comportamientos racistas y patriarcales, debido también a su función de protección, difusión y reproducción de un statu quo de dominación. Es hora, pues, que ustedes, trabajadores de la comunicación social, dejen de repetir viejas prácticas coloniales y se pongan a pensar asertivamente a favor de nuestro pueblo, que busca crear una sociedad incluyente, equitativa y justa.
Pensamos que las iglesias, los medios de comunicación social, las escuelas, los profesionales que tienen por oficio el rol de transmitir ideas, valores, símbolos y representaciones de la realidad social, asumamos la conciencia de la gran oportunidad histórica que se nos presenta hoy para reconciliarnos con nuestro pueblo, y aportar creativa y críticamente a una refundación de la sociedad boliviana, sobre la base de nuevos cimientos.
Cochabamba, 23 de Septiembre de 2010
Por la Red Ecuménica Fe y Política y todos los colectivos y organizaciones que deseen sumarse a este pronunciamiento público:
1. Miguel Miranda (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
2. Estela Ramírez (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia. Red Ecuménica de teólogas Talita Kumi Bolivia)
3. Miguel Esquirol Vives (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
4. Enrique Zabala (Red Ecuménica Fe y política Bolivia)
5. Oscar Dewulf (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
6. Eduardo Flores García (Círculo Ecuménico de Oración por la Unidad de los Cristianos Cochabamba)
7. Nohemí Medrano (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
8. Giovana Montoya (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
9. Julia Zamora (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
10. Marco Verberckt (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
11. Gloria Yucra Velasquez (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
12. Rosario Claros (Red Ecuménica Fe y Política Bolivia)
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… y todos/todas los/las que quieran sumarse añadiendo su nombre y difundiendo este texto.