A sólo cuatro años de iniciada la experiencia de la FEPAD (Formación en Educación Popular Acompañada a Distancia) del CMLK en Guantánamo, los educadores y educadoras populares de la provincia no sólo han logrado un amplio poder de convocatoria popular, sino que dialogan sostenidamente con las autoridades del partido y el gobierno sobre los problemas sociales del territorio. Así se evidenció en el intercambio con representantes del Centro el pasado viernes 4 de junio.
La propia composición de los tres grupos FEPAD que trabajan en la provincia ha facilitado el intercambio y una perspectiva horizontal de trabajo, a favor del proyecto socialista cubano.
“Tenemos un grupo para delegados del Poder Popular, otro que radica aquí en el Grupo de Desarrollo, y que incluye a personas diversas como profesores universitarios, funcionarios, líderes de la ANAP, entre otros, y un grupo en las montañas”, dijo Mileidis Pérez Samón, encargada del trabajo comunitario en el Gobierno Provincial y egresada de los talleres del CMLK.
El Grupo de Desarrollo Integral de la Ciudad, por ejemplo, ha impulsado acciones concretas como la formación de líderes comunitarios y la acción colectiva para la transformación social en La Caoba, Palmira y Ho Chi Minh, tres de los barrios más populosos de la capital guantanamera, agregó Mileidis.
Los grupos de la FEPAD han formado hasta la fecha alrededor de 150 personas, que vinieron buscando capacitación y ahora desencadenan procesos de participación popular en sus comunidades o centros de trabajo.
“La educación popular nos enseñó a trabajar. En el barrio de Raposo, diagnosticamos de manera colectiva los problemas, y en colectivo hemos cambiado los pisos y los techos de las viviendas más afectadas, construimos un parque infantil, un acueducto”, dijo Roberto Goliat Rosseaux, presidente del Consejo Popular Centro-Oeste, de la capital guantanamera.
Uno de los espacios sociales donde más se ha sentido el impacto de la educación popular son los medios de comunicación. Programas de radio como “Con acento propio”, de la emisora provincial CMKS, o de televisión como “Ya está el café”, del Telecentro Solvisión, estimulan el debate crítico y la participación ciudadana.
“Con la comunicación popular buscamos que la gente participe en la toma de decisiones políticas, culturales o sociales del territorio, que sean conscientes, que sean personas más revolucionarias”, dijo Pedro Luis Jiménez Calvo, un católico que escribe para la radio y la televisión, egresado de la FEPAD.
La directora del Telecentro, Gerónima Ramírez, agregó que “la comunicación popular nos ha permitido sobre todo estar más cerca de las raíces del territorio y resaltar los valores del pueblo guantanamero”.
Sobre la relación que se comienza a gestar en la provincia entre los educadores populares y la plataforma de cristianos y cristianas que también anima el CMLK, Yilian Arribas César, de la Iglesia Episcopal de Guantánamo, dijo que la iglesia forma parte de la comunidad y defiende el proyecto social cubano, de ahí la importancia de trabajar articuladamente.
Reinier Loumiel, funcionario del Partido Provincial para la atención de los Asuntos Religiosos, resaltó las contribuciones del CMLK al territorio y la importancia de trabajar en los pequeños espacios, de conjunto, allí donde seamos más útiles.
“Estamos aquí para tender puentes, no para levantar muros”, dijo Reinier refiriéndose a la relación entre el Partido y las organizaciones sociales del territorio.
“La iglesia que queremos ser hoy tiene mucho que ver con lo que se promueve desde la educación popular. Una iglesia que promueva la participación, la solidaridad y la diversidad”, dijo Ailed Villalba, integrante del Programa socioteológico del CMLK.
Por su parte, Raúl Suárez hizo un recuento de la historia del Centro y resaltó la importancia de la educación popular para todos y todas los cubanos, como concepción política pedagógica, en este momento que vive el país.
“Si vamos a tomar en cuenta la opinión del pueblo para construir lo que queremos en nuestro futuro, entonces hay que contar con la educación popular. Hay que cerrar los ojos, soñar lo que queremos, y luego partirse el alma en ello”, dijo Suárez, quien confesó su satisfacción por el entusiasmo y el sentido de pertenencia de los guantanameros con su provincia y la revolución.
La experiencia de la FEPAD, impulsada voluntariamente por egresados de los talleres del CMLK, cuenta con 48 grupos de trabajo en todas las regiones de Cuba, y ha formado hasta el momento cerca de 1200 educadores y educadoras populares.