La carta al Comité Noruego del Nobel por la Paz fue enviada el 6 de enero de este año, y habiendo cumplido los requisitos institucionales dio a conocer la noticia de la postulación de Morales al Nobel de la Paz 2010. La embajadora boliviana en Argentina, Leonor Araujo Lemaitre, asistió a la conferencia de prensa donde hizo el anuncio.
Pérez Esquivel destacó el “compromiso y coherencia de Morales con su pueblo” y su firmeza en la convicción de que “es posible el cambio para lograr la dignidad de las personas y de los pueblos”.
De la misma manera valoró el cumplimiento de sus promesas al pueblo boliviano y recurrir en su momento a medidas urgentes ante la trágica situación de la mayoría indígena campesina, sometida a la pobreza extrema en un país rico en recursos.
Señaló especialmente que el presidente boliviano dio un ejemplo al mundo al resistir sin violencia, sin hacer el juego a quienes intentaron provocar una guerra civil, durante los trágicos sucesos protagonizados por una oposición sostenida desde el exterior, que sacudieron ese país entre agosto y septiembre de 2008.
Agregó que “el Nobel es un instrumento al servicio de los pueblos”, al ser consultado sobre su opinión por esa distinción al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en 2009. Dijo que manifestó su desacuerdo y escribió una carta al galardonado en que le recordaba que debía cumplir con su pueblo, con las esperanzas puestas en su gestión, para un mundo mejor, con paz y sin guerras.
Por otra parte anunció la convocatoria para un comité de notables que respalde la campaña, y de otros comités que serán integrados por movimientos sociales y campesinos que trabajarán en América Latina y el resto del mundo. “Es importante que el premio le sea concedido a Evo Morales como un acto de justicia cuando se recuerda el Bicentenario de una Independencia, que todavía no nos han permitido alcanzar, porque quieren regresar a América Latina a una mayor dependencia” dijo Pérez Esquivel a La Jornada.