Como nunca antes en la historia electoral del país, los reportes de los medios sobre los resultados de las elecciones presidenciales, llevadas a cabo este 6 de diciembre, no se alteraron, sino mínimamente, desde el momento en que se comenzó dicho reporte – a eso de las seis de la tarde- hasta que se concluyeron los informes -a eso de las 10.30 de la noche. A juzgar por las informaciones que daban los medios, los resultados en las ciudades, que son los que se conocen primero, fueron los mismos que los resultados en el campo, que son los que aparecen paulatinamente con posterioridad. Así, Evo Morales comenzó ganando con 62 % y terminó la noche con el mismo porcentaje.
Todos los que hemos seguido los procesos electorales en Bolivia, desde siempre, sabemos que los primeros resultados no son más que meras aproximaciones y que, con el paso de las horas, estos van cambiando significativamente por el peso del voto campesino. ¿Y quién puede dudar en Bolivia que el voto campesino favorecería a Evo abrumadoramente?
Otro aspecto del bloqueo mediático parece ser la actitud de la Corte Nacional Electoral. No apareció ni para decir pio, en horas de la noche, cuando los medios hacían su agosto con un supuesto conteo rápido que se iba modificando y ascendiendo en el porcentaje de mesas escrutadas y curiosamente Evo continuaba con su 62 % y Manfred con su 26%. Esto es algo insólito, jamás ocurrido en la historia electoral del país.
Si a esto se suman los “análisis” de los analistas ya conocidos entonces tenemos el panorama completo del bloqueo mediático: Nunca antes en nuestra historia alguien ganó con la contundencia que lo hizo Evo, pero sin embargo, para estos desinformadores y distorsionadores de la realidad, los resultados mostrarían que Evo “no ha aprendido a evaluar lo que el oriente del país le ha dicho en varias elecciones”. Para ellos, solo cuenta la victoria momentánea de Manfred en Santa Cruz, Beni y Pando. Ya la dan por definitiva y extraen de ello la conclusión de que “el país está dividido y polarizado”. Y naturalmente la culpa de esto la tiene Evo por su discurso “agresivo”.
Por mi parte me niego a creer que Evo perdió en Santa Cruz, Beni y Pando, hasta que la Corte no muestre los resultados definitivos y oficiales con el 100 % de las mesas escrutadas. El voto campesino simplemente no apareció en esa patraña que mostraron con el nombre de reporte de las elecciones y por mucho que les pese ese voto mostrará su fuerza en el cómputo definitivo.
Por otro lado, era la primera vez que los bolivianos en el exterior ejercían su derecho a votar y los campeones de la desinformación, apenas dieron algún resultado global, sin que podamos enterarnos de los resultados en cada una de las ciudades de Argentina, Brasil, Estados Unidos y España donde se realizó la elección. ¿Acaso era algo que no merecía una mayor atención?, ¿No merecíamos saber el peso de esos resultados en el cómputo general?
Una región, con pretensiones de convertirse en departamento – lo que traería severos cambios en la correlación de fuerzas políticas-, votó por su autonomía y los medios apenas se dieron por enterados.
Los resultados de las elecciones de diputados circunscripciones uninominales también brillaron por su ausencia.
Después de considerar todo esto ¿Quién puede dudar que hubo un bloqueo mediático?
por: Carlos Echazú Cortez, Bolpress