La síntesis del debate dejó una relación de acciones que tendremos que construir con la ayuda de todas y todos, con prisa pero sin violentar los procesos de transformación, que son los que verdaderamente trascienden.
Esa misma mañana despedimos a Jenny y a Rolando, los dos hondureños que formaron parte del grupo de 40 comunicadores y comunicadoras participantes en el espacio, que convocara el Centro Martin Luther King (CMLK). Regresaban con la esperanza centrada en la cuarta urna. Sin embargo, su llegada al país centroamericano, coincidió con el golpe de estado al presidente Zelaya. En La Habana, el resto de los latinoamericanos y latinoamericanas con vocación de servir al pueblo, a través de medios y recursos comunicativos, no perdieron un detalle sobre la situación en la nación hermana.
Telesur compartía las imágenes de un domingo sin tregua en Honduras. Los militares armados en las calles. La incertidumbre con el destino del presidente constitucional y luego con el paradero de la canciller. En un instante afloraron los recuerdos. América tiene memoria de elefante. No olvida la época de la bota opresora encima de su gente. Ese pasado está tan cerca, que las venas siguen abiertas, aunque no para profundizar la herida.
¿Dónde están los manifestantes en contra de ese atropello, los líderes y movimientos sociales? ¿Cómo estarán Jenny y Rolando?, preguntábamos ante la tele. Ese mismo día comenzamos a articularnos. Los mensajes de solidaridad y preocupación inundaron nuestros buzones y seguro más aún, los de hondureñas y hondureños conocidos en las luchas comunes.
Julita, desde La Habana escribió “estamos conmocionados con lo sucedido en su país, estamos con ustedes, cuenten con nosotras y nosotros, un beso y un abrazo fuerte.” Alcides, desde Bayamo, en Granma, reafirmó que “lo discutido en la semana…, así como el contenido de la Declaración Final, se pone en evidencia con los actuales sucesos en Honduras, todas las fuerzas políticas, movimientos sociales, organizaciones del continente, se ponen a prueba en estos momentos. Tenemos la palabra y somos protagonistas de los hechos, si dejamos que la infamia triunfe, moriremos con ella. Dejemos que nuestros pueblos hablen, digamos todo lo que ocurre en Honduras, que el mundo entero sepa que la fuerza del pueblo es más terrible que la de los cañones, que también son empuñados por el pueblo. Que no se dejen confundir para que triunfe la verdad, la libertad, la democracia.”
Los ecuatorianos Gonzalo Díaz y Germán Obando, de Pueblo Indio, le enviaron ante las cámaras de la televisión cubana, un “saludo combativo” al pueblo hondureño. El costarricense Gustavo nos contó vía correo electrónico que en su país “han habido movilizaciones de apoyo al pueblo de Honduras, frente a la embajada” y la guatemalteca Eugenia, confirmó que su pueblo maya también se ha movilizado en apoyo a la dignidad de los hermanos y hermanos que mantienen la lucha por restablecer la democracia. “No se sientan solos y siempre de pie. A seguir adelante”, les dijo.
Jesús y Gladys, venezolanos que vivieron de cerca el golpe de estado a Chávez en abril de 2002, revivían en voz alta aquel suceso y cómo las personas se lanzaron a las calles hasta ver retornar a su Presidente. No hay que esperar nada bueno de esos grupos de poder. Sus intenciones y modos de hacer, no varían mucho de una a otra geografía. Honduras este 28 de junio lo confirmaba.
“La estrategia estaba clara, cerrar los canales de comunicación y mantener una línea única y manipuladora que consumara la intentona. Pero algunos medios alternativos no se callaron y fueron usados por el pueblo de Venezuela para reponer a Chávez en el poder.” Santiago nos alentó, porque a diferencia de aquel momento, en este “Telesur nos ha evidenciado que la hegemonía mediática se puede romper.”
Otro mapa geopolítico se ha conformado en la América de este siglo, al que está ligado un proyecto integracionista justo. Los gobiernos que pertenecen a la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA), respondieron con urgencia para reunirse y respaldar a Zelaya y a su pueblo. De igual modo exigieron el retorno del legítimo mandatario, y desconocieron a Roberto Micheletti en esas funciones.
Justo de eso trató nuestro encuentro de una semana, en la que intentamos desentrañar el papel de los medios de comunicación y de los comunicadores y comunicadoras como actores que facilitan o dificultan el acceso a la información verídica, o la posibilidad de establecer procesos duraderos y comprometidos con “los de abajo”, con ese nuevo amanecer del continente.
Como mismo postula la Educación Popular, pasamos de la práctica, a la teoría y de ella a la práctica, nuevamente. En esta ocasión nos empeñamos en ponerle sentimientos y contenidos reales a esas redes virtuales y humanas que vamos tejiendo. Si antes de este fin de semana, creíamos que tendríamos tiempo para poner en orden las preguntas y propuestas que compartimos en los debates del II Taller, la realidad en un pedacito de la tierra americana, lo precipitó todo.
Ante la urgencia, nuestras voces maya, kichwa, afrodecendientes…, latinoamericanas todas, cobran una fuerza mayor cuando se armonizan a la de nuestros pueblos. Los golpistas le temen a esa sonoridad popular, por eso de inmediato impidieron la transmisión de medios de comunicación alternativos. En cambio se han mantenido telenovelas y otros espacios de ocio, como si la circunstancia fuera propicia para semejante consumo.
Con el fin de romper el silencio se han aprovechado las listas de correos, por donde no han cesado los envíos de declaraciones solidarias de disímiles organizaciones y movimientos nacionales e internacionales. Valiéndose de una de ellas, nos contactó nuestro compañero Rolando, desde La Esperanza, Honduras. Nos pidió divulgar un mensaje del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH):
“Responsabilizamos a los golpistas por lo que sucede con la vida y la libertad de los manifestantes, y demandamos respeto a la integridad física de todos y todas las que se encuentran ejerciendo su legitimo derecho a la protesta.
“Las cadenas de televisión nacional y las radioemisoras que han quedado en función disminuyen los hechos e incluso informan que es un enfrentamiento lo cual es totalmente falso. La policía y el ejército han atacado con brutalidad a las personas que se han mostrado pacíficas en todo momento. Muchos medios internacionales han estado
informando a partir de estas fuentes falsas y parcializadas a favor de los usurpadores.”
En un mensaje firmado por la Alianza Social Continental se denuncia que “el manejo de la situación interna en Honduras confirma su carácter dictatorial. Se sabe estos dirigentes tienen orden de captura ilegal contra más de 30 dirigentes sociales….”
Ningún esfuerzo es poco en este instante para acompañar a nuestros hermanos y hermanas de Honduras. La creatividad tantas veces invocada cuando de comunicación se trata, tendrá que andar de la mano de la sistematicidad, y del esfuerzo colectivo, con el que tendremos que unirnos en estas jornadas.
No solo está en juego la democracia en un país centroamericano, sino en toda la región e incluso, a nivel planetario. Con las armas quieren apagar las luces de la mayoría. Pero esa película ya la conocemos y más temprano que tarde, el pueblo hondureño disfrutará su más elemental derecho a un presente y un futuro de paz y justicia. Estamos con ellos.