El juicio a Fujimori ha comenzado. No
otra conclusión se desprende de la forma como algunos medios nos están
metiendo en la cara otra vez el asunto del “rebrote de Sendero” y
tentando a García para que declare emergencias y desdeñe cualquier
preocupación por los derechos humanos como debilidad ante el enemigo.
Una revista local ha levantado la noticia sobre la actividad senderista
ni más ni menos que en La Cantuta y entre las pruebas de lo que dice
menciona a grupos que practican la música y a un alumno que regresó a
sus estudios después de estar preso. Hablando de que ellos, que va, no
se dejan llevar por la histeria, los redactores de la nota nos previenen
de cuidarnos de los buenos modales de los presuntos terroristas y de la
dormidera que se habría apoderado de los integrantes de la Dirección
Contra el Terrorismo (DIRCOTE). ¿Se habrá puesto alguien a pensar sobre
el efecto de sostener que el senderismo cantuteño es algo más o menos
oculto, que puede salir a flote algún día y contra el cual hay que
actuar en forma preventiva, como pensaba el presidente del Perú y su
asesor principal, allá por el año 1992?
Una información de las Fuerzas Armadas –bastante levantada por la
prensa-, da cuenta, también por estos días, de la muerte de siete
presuntos senderistas en el acceso a la selva en la provincia ayacuchana
de Huanta. Aparentemente se trataría de un destacamento que habría
decidido enfrentarse a un batallón militar que patrullaba la zona,
produciéndose las muertes, sin bajas para la milicia. Un conocido
experto en temas de violencia opinó que se trataba de una especie de
burriers que trasladan droga y no de subversivos. Pero los detalles se
manejan en secreto. Aunque las imágenes de las esposas reclamando los
cuerpos indican que se trataban de gente muy humilde. Pero el primer
ministro de este gobierno ya dijo alguna vez que los terroristas son
campesinos. Así de fácil. Lo que no se entiende es porqué alguien se
anima a atacar un regimiento y cómo puede ser que el atacante no
produzca ningún daño al atacado y sufra todas las pérdidas. Otra
pregunta clave es: ¿y para qué atacan si su objetivo era proteger envíos
de droga? En fin, lo que queda de todo esto es que el Sendero de los
medios siempre reaparece cuando se le necesita. ¿Y no es cierto que
ahora, es el momento para pensar si a pesar de las graves violaciones de
derechos humanos que pudieron cometerse en los 90, fue bajo el gobierno
de Fujimori que se aplacó a ese enemigo que se llama Sendero Luminoso
por lo que tenemos que estarle agradecidos?
Un diario titula que Socorro Popular se está reconstituyendo en el
exterior. Otros están haciendo estadísticas de los que salen de la
prisión. Caretas cuenta 3,164 libres, donde incluye: absueltos
(inocentes), con libertad condicional (no deben haber sido acusados de
terrorismo, porque no tendrían este beneficio) y con condena cumplida
(553). En el 2005, Pedro Pablo Kucsynsky (PPK) llegó a decir que eran 10
mil senderistas liberados, con lo que trataba de poner el proceso
electoral que se venía en la disyuntiva de asumir que el principal
problema del Perú era la nueva guerra que ya se venía. Justamente fue
Fujimori el que mejor entendió cuán manipulables podemos ser si nos
manejan al miedo. Por eso el argumento principal de la re-reelección era
que sólo el podía contener futuros brotes subversivos. ¿Habrá quienes
siguen pensando lo mismo?
– Raúl Wiener es analista político y económico peruano.
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