El taller nos ha conminado a hacer un registro lo más abarcador posible de las prácticas de resistencia y lucha a diversas escalas (local, nacional, regional, global), no para decirnos solo «lo que le falta a cada una», sino «lo que tiene de interesante, lo que aporta ya, lo que promete potencialmente»,teniendo en cuenta la pluralidad de maneras de acumular y confrontar, propias de cada tradición política dentro del movimiento popular.
Los testimonios y reflexiones desplegados en estos días nos ha permitido ensanchar la noción de sujeto social-popular alternativo con la diversidad de movimientos sociales, de identidades y culturas subalternas amenazadas por la homogeneización mercantil y la “macdonalización” del entorno y el tiempo libre; cosmologías preteridas, perspectivas liberadoras que se enfrentan, cada cual desde su propia visión y experiencia de confrontación, al pensamiento único del neoliberalismo global.
La apuesta por la articulación social-política de estos sujetos y actores subalternos no constituye un fin en sí mismo, sino una condición de la emergencia de los movimientos radicales de masas, germen a su vez de alternativas emancipatorias antiimperialistas y anticapitalistas. Sabemos que estas alternativas no serán obra de gabinetes, ni fruto de ninguna arrogancia teórica o política. Estas se están construyendo como proyectos colectivos y compartidos, desde y por el movimiento social-popular en sus propias luchas y la necesaria reflexión sobre ellas.
No tenemos falsas expectativas. Sabemos todos y todas, por nuestras experiencias, que la articulación presenta numerosas barreras objetivas y subjetivas. En principio, no puede ser “tramposa”, preestablecida por un autoproclamado “tejedor” de los hilos dispersos, ni hegemonizada por una u otra fuerza política, o por las expectativas corporativistas o gremiales de uno u otro actor social. Sin embargo, esto sólo nos hace tensar nuestra imaginación y voluntad para re-inventar nuestros propios modos de articularnos y de asumir la responsabilidad de hacer gobierno popular allí donde las correlaciones de fuerzas nos lo permitan.
Hemos reconocido también que la confluencia de los movimientos sociales y populares para generar alternativas social-políticas en una dirección anticapitalista no implica hacer dejación de las demandas específicas (libertarias y de reconocimientos), ni posponerlas para etapas posteriores, aunque se modifiquen sus objetivos y métodos en cada coyuntura.
Las razones de los movimientos son tantas como los atributos del mundo que es posible conquistar: dignidad para personas y pueblos, justicia social, equidad, igualdad de género, medio ambiente, diversidad sexual, multiculturalismo, biodiversidad. El “programa máximo” emancipatorio y libertario de la revolución (pospuesto en las experiencias protosocialistas del siglo XX) se convierte hoy en “programa mínimo” de las luchas de los movimientos sociales y populares.
Las cubanas y cubanos que hemos tenido el privilegio de compartir estas sesiones de trabajo con tantas amigas y amigos de naciones hermanas de América Latina, de Asia, Europa, Canadá y Estados Unidos queremos agradecer una vez mas la solidaridad política y moral que nos brindan, expresada de múltiple maneras en la lucha contra el bloqueo, por la liberación de los 5 y, en estos instantes, contra la abominable liberación del terrorista Posada Carriles con la complicidad y la complacencia del gobierno norteamericano.
Concluye un evento, pero continua un proceso. Quedamos en conexión permanente, para seguir intercambiando saberes, experiencias, abrazos.
GALFISA/INSTITUTO DE FILOSOFIA Y CENTRO MEMORIAL DR. MARTÍN LUTHER KING, JR.