Entre cantos, momentos de invocación, reflexión, gestos, palabras e imágenes, bendiciones y mensajes se desarrolló el Culto Ecuménico que este sábado 21 de abril, reunió en la Catedral Episcopal La Santísima Trinidad, a personas de varias edades, credos y denominaciones que durante dos décadas han estado vinculadas al Centro Memorial Martin Luther King, Jr. y a su empeño por fomentar el ecumenismo desde la responsabilidad social de los cristianos y cristianas.
Espacio en constante construcción de sentidos, espiritualidades, saberes, dones y acciones a favor de los más humildes, de los “pequeños” según Jesús de Nazaret, el CMMLK llega a su vigésimo aniversario con nuevas metas y desafíos.
Al referirse a las razones que dieron origen a la fundación del CMMLK y a adoptar el nombre del pastor negro norteamericano Martin Luther King, dijo “que aquella meditada decisión no obedeció a la moda de “ya tengo mi ONG, ni al codiciado “proyectismo” muy en boga en la década de los ochenta. El Centro, acotó, es hijo directo de dos movimientos bien definidos en sus objetivos y visiones teológica, política, patriótica y social: la Coordinación Obrero Estudiantil Bautista de Cuba (COEBAC), y el Consejo Ecuménico de Cuba. Y esas fuentes de influencia encontraron una comunidad local, la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao y su inseparable barrio de Pogolotti, que hicieron posible su nacimiento y desarrollo. Esas dos fuentes de influencia se encontraron también con la obra y el pensamiento del Dr. Martin Luther King, Jr.”.
“En lo personal, señaló Suárez, tenía una deuda de gratitud con la radicalidad del pensamiento teológico del Dr. King de su originalidad en la acción pastoral y su compromiso con su pueblo excluido, discriminado, y segregado, y a su valiente concepción de Dios a través de la mediación humana.
“Hoy al celebrar ecuménicamente nuestro vigésimo aniversario, expresó finalmente Raúl Suárez, sentimos la necesidad de reafirmar nuestra fe en Dios, compromiso ecuménico y voluntad inquebrantable de amar y servir a nuestro pueblo. Seremos fieles a la mejor tradición teológica, pastoral y patriótica del movimiento ecuménico cubano. Seremos leales al ejemplo de hombres y mujeres como Raúl Fernández Ceballos, Rafael Cepeda, Francisco Martínez, Abelino González, Dora Valentín y Clara Rodés. Reafirmamos una vez más que nuestra vocación pastoral, laical y eclesial estará unida a la paz, la seguridad, la dignidad y bienestar integral de nuestro pueblo. Unimos nuestra voz a la del Dr. King cuando, antes de ser asesinado, dijo: “He visto la tierra prometida. Ya no hay temores. No tengo temor porque soy libre, libre al fin”. Y usando la idea de la esperanza en relación con Martin Luther King, digamos todas y todos a pleno pulmón que la última palabra de nuestro pueblo y de la humanidad jamás pertenecerá a la guerra, a la muerte, a la mentira, a la opresión y a la injusticia; la última palabra de la Historia será el amor, la vida, la justicia y la paz. Amén”.
Varios fueron los momentos de compartir desde la fe y la vida. Compartir el gesto hermosamente humano de los abuelitos y abuelitas del proyecto de Psicoballet del CMMLK; compartir juntas y juntoscanciones, frutas y el poema Gallos sueños, de Mario Benedett, leído por Alejandro Dausá, teólogo argentino y coordinador del Programa de Reflexión/Formación Socioteológica y Pastoral del Centro.
Tenemos una paciencia verde y sólida como un caimán
una paciencia a prueba de balas y promesas
sabemos aguantar con los delirios en acecho
hacer almácigos con nuestros odios mejores
tenemos una esperanza blanca y prójima
como una paloma que ya no es mensajera
tenemos una esperanza a prueba
de terremotos y congojas
sabemos esperar rodeados por la muerte
sabemos desvelarnos por la vida
tenemos una alegría temprana como un gallo
una alegría convicta maniatada y rabiosa
sabemos cómo desatarla y sabemos
que al alba cantarán los gallísimos sueños.