De seguro aquel 8 de octubre de 1967, cuando la orden de asesinar al Che fue ejecutada, hubo felicitaciones y brindis entre los oficiales de la CIA y de las fuerzas represivas bolivianas y los altos mandos del imperio se sintieron vencedores. Sin embargo, no podan imaginar que el nico vencedor ante la historia, ante la memoria mas profunda de los pueblos era el guerrillero cubano argentino que en gesto ejemplar renunci a sus cargos gubernamentales y grados militares, que por mrito incuestionable desempeaba en la revolucin cubana, para sumarse a las luchas libertarias de los pueblos africanos y latinoamericanos.
Cada vez que una voz se alza para reclamar justicia, la imagen y el recuerdo del Che le acompaan. Vencedor absoluto ante la muerte el Che vive y vivir mientras haya una injusticia que reparar, una batalla frente a la opresin que librar.
Este 8 de octubre de 2005, justamente en Guatemala, escenario de sus primeros sueos revolucionarios, las mujeres y los jvenes campesinos reunidos en sus respectivas asambleas continentales, iniciaron el da evocando su ejemplo inspirador.
Su voz se escucho en otras voces nuevas:Sientan como propia cualquier injusticia que se cometa contra cualquiera en cualquier parte de la tierra en los nuevos campos de batalla llevar la fe que me inculcaste, el espritu revolucionario de nuestro pueblo, la sensacin de cumplir el mas sagrado de los deberes, luchar contra el imperialismo dondequiera que se encuentre. Eso reconforta y cura con creces cualquier desgarradura
El canto de todos y todas se alz para decir aprendimos a quererte desde la histrica altura donde el sol de tu bravura le puso cerco a la muerte Aqu se queda la clara, la entraable transparencia de tu querida presencia Comandante Che Guevara, y hubo lgrimas que embellecan las miradas firmes de aquellos y aquellas que estn prestas para continuar una lucha que ha sido y ser larga pero que ser hasta la victoria siempre.
La unin de la banderas de nuestros pases y los versos de Mart en una Guantanamera, salpicada por la mencin a Fidel y a la conviccin de que venceremos, remat esta ceremonia que nos trajo la energa vital y eterna de quien se levanta vencedor, 38 aos despus, sobre la cobarda de quienes crean que podan matar a aquel herido en combate que les miraba desafiante y seguro. El Che luchador por la vida est y se queda, sin que la muerte pueda evitarlo.