Organización y solidaridad signaron la evacuación masiva realizada ayer en Rio Cauto, municipio más afectado en la provincia de Granma como consecuencia de las inundaciones provocadas por las lluvias.
La decisión de trasladar hacia lugares más seguros al 40% de los habitantes de la localidad, la de mayor extensión en el territorio (1 505 kilómetros cuadrados), se adoptó en horas tempranas de la jornada anterior, teniendo en cuenta el desbordamiento de la laguna La Puente, que atraviesa la cabecera municipal, a causa del derrame provocado en el Río Cauto por las constantes precipitaciones en zonas montañosas y el vertimiento elevado de la presa Cauto del Paso.
La evacuación, la mayor de su tipo realizada en la zona, implicó el traslado de los habitantes de 50 barrios, unos por estar bajo agua y otros con serios peligros de inundación. En total fueron protegidas 24 000 personas, incluidas las que el fin de semana habían sido evacuadas de zonas intrincadas hasta la cabecera municipal; en esta ocasión se trasladaron a otros territorios.
El movimiento tuvo un alto nivel de organización e interacción de todos los organismos granmenses con la guía del Consejo de Defensa. Recibieron prioridad los ancianos, enfermos, niños y mujeres.
En calidad de receptores, los municipios de Bayamo y Manzanillo realizaron un meritorio trabajo en el acondicionamiento de los centros de evacuación, desde el aseguramiento de una alimentación adecuada hasta la concepción de propuestas culturales y recreativas.
Más de 5 000 familias recibieron voluntariamente a riocautenses afectados, en un gesto que reafirmó la fraternidad característica entre los cubanos. El vecino municipio de Las Tunas también materializó su colaboración en tal sentido.
La dirección del país ha estado al tanto de la situación y fueron recibidas llamadas de apoyo de los máximos dirigentes políticos de varias provincias cubanas.
Tal como destacó aquí Miguel Ángel Puig, jefe de operaciones del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, una vez más se puso a prueba la eficacia del sistema diseñado en el territorio nacional para la protección de vidas humanas y recursos materiales ante cualquier eventualidad, todo por el empeño de la Revolución de que municipios como Río Cauto no tengan que sufrir los estragos de un ciclón como el Flora, en 1963.
La provincia mantendrá continua vigilancia sobre las condiciones meteorológicas e hidrográficas, considerando que, aunque los embalses han aliviado en buena medida, persisten algunas lluvias en las montañas.
Complicado el este holguinero
Ayer, el panorama era complejo al este de la provincia, incluida la interrupción terrestre de la comunicación, a causa del desbordamiento del arroyo Santa Rita en Levisa, con los municipios Frank País y Sagua de Tánamo y Moa por la rotura de un puente.
De hecho se trata del periodo más lluvioso resgistrado en la provincia después de 1963, cuando por primera vez vierten 17 de los 18 embalses grandes y el restante, Nuevo Mundo (Moa), no lo hace debido a la regulación hidráulica. Este ha sido el segundo año más lluvioso en medio siglo.
La tormenta tropical Noel y los fenómenos meteorológicos ocurridos tras su paso, exigieron la evacuación de más de 22 000 personas en el territorio, fueron dañadas 1 157 viviendas (218 derrumbes totales) y colapsó casi el 50% de la red vial incluyendo la pérdida de siete puentes y alcantarillas. De igual manera sufrió fuertemente la red ferroviaria.
Parejo al inicio de la etapa de recuperación, la provincia laborará intensamente en las próximas jornadas para estabilizar la situación higiénico sanitaria.
La consagración prevalece en Santiago
El completamiento de los recursos para iniciar el montaje de la nueva conductora de agua de la ciudad y la masiva movilización del pueblo hacia los cafetales, figuran dentro de la respuesta que dan los santiagueros en la fase de recuperación.
Rolando Yero García, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, declaró que la articulación de la nueva conductora comenzará de inmediato y permitirá sustituir las dos principales tuberías de abasto de agua a la ciudad, que tienen entre 45 y 80 años de explotación y que fueron dañadas por las intensas lluvias.
Dijo que en todos los macizos se constata una rápida respuesta como parte de las medidas emergentes para evitar que continúe la caída de los cerezos en este oriental territorio, el mayor productor de de café a nivel nacional.
Este pico de maduración fue provocado por casi un mes de continuas lluvias, que afectaron sensiblemente los viales de la montaña y con ello la transportación de las producciones.
Como estrategia, apuntó, prevalece la participación de la fuerza interna de cada una de las unidades productoras, con el objetivo de paliar la situación.
A paso acelerado se trabaja en la reparación de las averías al tendido eléctrico, señaló Yero, quien aseguró que ahora los trabajos más serios en materia de comunicaciones se localizan en el arreglo de las interrupciones telefónicas y en la restitución de las líneas y los postes que aún se encuentran en el piso.
Meritoria respuesta se constata en Laguna Blanca, donde radica el principal plan viandero de la provincia, que una vez más pone a prueba la consagración de sus trabajadores para evitar la pérdida de productos comprometidos con la alimentación del pueblo y enfrentar los retos que han dejado las lluvias, concluyó.