La farsa que sustentó este proceso fue desenmascarada durante el propio juicio, desmontada por la defensa y por a fragilidad de la acusación, y reconocida por las limitaciones en retirar los derechos políticos de la presidenta, a la elite económica y política brasileña hiere gravemente el proceso democrático y colocan en riesgo la legitimidad del voto del pueblo.
Coherentes con el histórico de defensa de la democracia, nos recusamos a reconocer al gobierno de Michel Temer. Tenemos convicción de que el impeachment no es el último acto de violencia contra los derechos del pueblo brasileño promovido por las élites económicas y políticas de Brasil.
De esta forma, denunciamos:
. La tentativa de entra del Pré-Sal brasileño, retirando la exclusividad de la explotación petrolífera de la Petrobras. . La tentativa de flexibilización de los directos laborales, de los derechos jubilatorios y de vaciamientos del Sistema Único de Salud. . La tentativa de privatización de los bienes comunes, sumado al retroceso de todas las áreas sociales, tales como educación y demente del Programa Mi Casa, Mi Vida.
La salida de la crisis política, económica y social que vivimos es la defensa irrestricta de la democracia. Creemos que es fundamental cambios en el sistema político brasileño y defendemos la convocatoria de una Constituyente Exclusiva para cambiar el sistema político. Es preciso garantizar la inclusión del pueblo en los procesos de toma de decisión del país, de forma de garantizar la participaron popular en los temas de interés nacional, tales como las reformas estructurales, históricamente impedidas por la clase dominante.
Anunciamos que nuestra movilización no se acaba con el golpe instalado. Seguiremos en lucha, organizando al pueblo de campo y construyendo la unidad con las luchas urbanas. La restauración de la democracia brasileña y los cambios necesarios para la construcción de un país más justo y soberanos serán nuestra guía para el próximo período.
Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra.