Convocaron a este encuentro las organizaciones uruguayas: Pit-Cnt, Proderechos, REDES-Amigos de la Tierra Uruguay, Comité de Solidaridad con la Revolución Cubana, Fundación Vivián Trías, Cembla y Colectivos de brasileños en Uruguay.
También las siguientes organizaciones internacionales: Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas, la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo/ la Vía Campesina, Marcha Mundial de las Mujeres, FUCVAM, FEUU, Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC), ALBA Movimientos, Centro Martin Luther King de Cuba, Capítulo Cubano de ALBA Movimientos, Jubileo del Sur/América, Internacional de Servicios Públicos, y Campaña para Desmantelar el Poder de las Trasnacionales.
Nacida en La Habana
Reunidas en La Habana en noviembre del año pasado para celebrar los 10 años de la derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) varias de las organizaciones sociales convocantes hicieron una evaluación de la situación política del continente. De esa puesta en común resolvieron denunciar la nueva agenda de libre comercio, privatización, exclusión y pobreza representada en el proyecto neocolonial, y unificar movilizaciones en su contra.
Por eso alertan sobre la situación en el continente. En los golpes de estado en Haití en 2004, de Honduras en 2009, de Paraguay en 2012 y ahora de Brasil se evidencia para estas organizaciones de que el mercado destituye presidentes elegidos democráticamente. Invitan a los movimientos que luchan contra el capitalismo a nivel regional a unirse al debate y la discusión de estrategias para proteger la democracia.
Lanzamiento y acto de repudio
Durante el acto en Montevideo el miércoles Marcelo Abdala, secretario general del Pit-Cnt central sindical unificada de Uruguay, definió el encuentro como: “una plataforma de lanzamiento de una movilización continental que es simultáneamente un acto de solidaridad con el hermano pueblo de Brasil contra el abyecto golpe de Estado. Abdala criticó que “corruptos acusen políticamente a Dilma Rousseff sin argumento, sin crimen cometido, donde resulta que un pueblo votó una Presidencia y un programa y resulta que va a haber un presidente no electo por el pueblo, vaya a saber con qué programa”. Dijo imaginar “un camino de privatizaciones, de ajustes contra los trabajadores, los pueblos, los pobres y la enorme diversidad de postergados en el hermano pueblo de Brasil”. Abdala invitó a participar de la movilización del 4 de noviembre en las calles en defensa de la democracia, “qué es la ruta por la cual los pueblos podrán resolver sus problemas, y contra el neoliberalismo, y por estrategias de desarrollo centradas efectivamente en el ser humano”, agregó.
“Golpe misógino”
Tica Moreno, brasileña representante y militante de Marcha Mundial por las Mujeres, por su parte sostuvo que “todos los avances que logramos en el continente, aunque con las contradicciones que vivimos, fueron posibles también porque nosotros, los pueblos, derrotamos al ALCA en 2005”.
Explicó que ahora las organizaciones convocantes tienen como acuerdos “la lucha contra las trasnacionales sobre nuestros territorios, sobre nuestras vidas, sobre nuestras economías, sobre nuestros estados”.
Señaló que “las trasnacionales y el capitalismo tienen hoy como unos de sus principales instrumentos los acuerdos de libre comercio, que hoy hay muchísimos acuerdos de libre comercio firmados en nuestro continente y en todo el mundo, pero que hoy retoman su fuerza y se representan en nuestras sociedades para hacer avanzar ese proceso de poder de las transnacionales sobre nuestras vidas”, alertó. La feminista brasileña, emocionada ante las noticioas que llegaban desde su país donde horas antes se consumaba la destitución de Dilma, enumeró que los golpes de estado, el incremento de la militarización, la criminalización de las luchas sociales, la criminalización incluso de la pobreza y el control de las poblaciones son algunos de los mecanismos que tiene el neoliberalismo para implementar su programa y atacar la democracia. Moreno describió que las jornadas continentales tienen como objetivo y desafío articular todas las luchas territoriales locales, que los movimientos que participarán en ellas están dando en todos los países por la democracia y en contra del neoliberalismo. Invitó a adherir a la jornada del 4 de noviembre, “que tiene un carácter de movilización pública, de denuncia, de resistencia y también de la reafirmación de nuestra fuerza. Pretendemos con este proceso no parar en una movilización sino ser una fuerza a nivel continental”, aclaró Moreno.
Moreno también señaló que como un aprendizaje de las luchas compartidas y los procesos de articulación cuando las organizaciones sociales convocantes hicieron el balance de los 10 años de la derrota del ALCA vieron cómo para el capital ha ganado centralidad el acaparamiento del territorio y la mercantilización de la naturaleza. Moreno remarcó sobre la necesidad de tener en el horizonte la justicia ambiental y un cambio de modelo de producción y consumo como parte de lo que se aspira a construir. Habló del problema de la criminalización de las luchas o protestas contra empresas trasnacionales y de cómo afecta particularmente a las mujeres, “porque en todos los territorios en donde las empresas transnacionales están avanzando con su poder, con su presencia, sea para la minería, sea para los grandes proyectos como los hidroeléctricos, las mujeres están poniendo el cuerpo en la resistencia”, advirtió.
Ni un minuto de tregua
El secretario de la Confederación Sindical de las Américas (CSA) y de la Central Única de Trabajadores de Brasil, Rafael Freire, relató que al votarse en el Senado de Brasilia el apartamiento de Rousseff concluía la campaña contra el golpe y que en el mismo minuto que concluía la campaña contra el golpe, empezaron la resistencia al gobierno golpista. “No van a tener un minuto de tregua por parte de los movimientos sociales en Brasil el gobierno golpista de Michel Temer”, señaló Freire. Remarcó que se produjo un rompimiento institucional porque no había crimen de responsabilidad y que fue, por lo tanto, un golpe contra el pueblo y la democracia.
Indicó que “el programa del fundamentalismo neoliberal del gobierno golpista sólo es posible de ser aplicado en un golpe, porque no había ninguna posibilidad de que en Brasil ese programa fuera elegido por la mayoría”. Freire afirmó que no había en Brasil ninguna posibilidad para un candidato a presidente que propusiera congelar la inversión pública por 20 años como anunció lo hará Michel Temer.
Criticó que aunque la población aumenta y nuevas generaciones vienen, no vaya a haber dinero para atender a demandas en salud, educación, vivienda, con la disminución del estado como fue propuesto. Freire denunció que ese programa de gobierno no pasaría un debate abierto en la sociedad. “Decisiones como firmar el TISA o el TTP, los tratados de libre comercio que el canciller golpista Jose Serra intenta poner en la agenda del día en nuestro país, no pasaría frente a un proceso democrático, ni la idea de aumentar la jornada de trabajo a 80 horas semanales. No pasaría destruir las vacaciones conquistadas o los derechos de la negociación colectiva que intenta poner una trampa para los trabajadores organizados en el sindicato”, describió Freire. Y alertó de “que un acuerdo entre el empleado y el patrón pueda prevalecer frente a la ley, el negociado frente al legislado, significa que la inmensa mayoría de los trabajadores en Brasil estaría amenazado a perder el piso básico de derechos” que se tiene hoy en las leyes laborales del país.
Antes de la exposición durante la jornada del ex presidente del Uruguay y actual senador, José Mujica y presencia de legisladores del Frente Amplio y a integrantes del colectivo de brasileños residentes en Uruguay hicieron una petición para que el gobierno uruguayo de que no reconozca al actual gobierno brasileño como legítimo ni legalmente constituido.
Pérdida feroz
“No tengo duda de que ésta es una pérdida feroz para América Latina”, señaló Mujica y evaluó que “la integración de la lucha es previa a todo o nunca tendremos masa crítica para pelear en el mundo en que vivimos”. Aclaró que “la integración no es borrar las fronteras ni cambiar el himno ni la banderita de la patria ni nada por el estilo, sino tener fuerza colectiva como sociedad para poder decir algo y pesar en el mundo en que vivimos”. Mujica sostuvo que “sin integración no hay masa crítica para crear en esta América un mundo mejor”. Recordó que “la humanidad está frente a un desafío de proezas como no ha visto la historia del hombre arriba de la tierra” y que “el hombre tiene que demostrar como especie si es deliberadamente capaz de crear una sociedad mejor o no, o sucumbe”. Catalogó la lucha que queda por delante como “tremendamente portentosa y difícil”. Aseguró que “no lo vamos a lograr con cuatro gritos” y que es necesaria “una profesionalización de nuestras vidas, de nuestra entrega, de la construcción de equipos, de un sentido de compromiso con una humanidad mejor”. Finalmente recordó que tener aliados es tratar de encontrar y aislar aquellos sectores de la sociedad que sin pertenecer a nosotros tienen contradicciones con ese mundo.
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