“Berta Cáceres vive” ese es el nombre del XII Taller Internacional de Paradigmas Emancipatorios desde América Latina y el Caribe, inaugurado en la mañana de este 10 de enero en el Pabellón Cuba, en la Habana.
La voz de la luchadora de Honduras, asesinada en marzo de 2016, volvió a escucharse: “aquí reafirmamos nuestra esperanza…Juntarnos es algo maravilloso…La solidaridad en espacios como este es una construcción emancipatoria, tiene mucho poder…Tener solidaridad es fundamental para seguir luchando.” Hace un par de años fue filmado esta entrevista en el marco del taller anterior. Berta llegaba como mujer rebelde, como incansable batalladora por la justicia de su pueblo lenca, como referente de la articulación del movimiento campesino, indígena, feminista, popular y latinoamericano.
Ahora participa de otro modo. Sus hijas Berta y Laura la traen consigo, recuerdan sus enseñanzas, su firmeza y su alegría. ¿Por qué su mami se volvió un peligro para el sistema que la oprimió como mujer, como campesina, hondureña, madre, indígena? “Berta es la lucha andante”, dice Laura. “Ella comprendió que al patriarcado, al racismo y al capitalismo se les combate juntos”.
“Berta, la semilla, se ha multiplicado y no hay asesino que la pueda matar… Nos enseñó a vivir el mundo, a cambiarlo con lucha y organización, a avanzar.” Sus hijas destacaron en el intercambio inicial de este Taller, que su madre dejó varios legados: su don para escuchar a los menos escuchados, su visión para apropiarse de herramientas y ponerlas al servicio colectivo, en función de la transformación comunitaria. La organización que fundara, el COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) y su pueblo lenca, que siguen dando batalla con la misma fuerza esperanzadora de la que ella bebió.
A las puertas del primer aniversario de su asesinato, la justicia sigue pendiente. Los autores intelectuales de su partida no han respondido ante la ley, pero la presión de los movimientos y organizaciones sociales del continente, no se detendrá en el reclamo común, que aviva la lucha popular.
Gustavo Castro, de Otros Mundos Chiapas, también compartió su testimonio sobre Berta y su compromiso por continuar las luchas de Berta porque para esos empeños “nos escogió a todos, a todas…No la sepultamos, la sembramos y ahora vive en muchas luchas, en nuestros corazones, en la esperanza,” dijo.