El encarcelado expresidente de Brasil Lula da Silva defiende su inocencia en una carta abierta, mientras sus seguidores condenan su arresto desde hace un año.
“Hace exactamente un año, estoy aislado en la celda de una prisión en Curitiba. Jamás presentaron una sola prueba contra mí. Soy preso político, exiliado dentro de mi propio país”, denuncia Luis Inácio Lula da Silva, desde la prisión de Curitiba (sur), donde ingresó el 7 de abril de 2018 para cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción.
En el texto, publicado el domingo en los medios, Lula remarca que está preso “injustamente, acusado y condenado por un crimen que nunca existió” y critica a sus demandantes porque “jamás presentaron una sola prueba” que sostenga la acusación que llevaron al juez y actual ministro de Justicia del presidente Jair Bolsonaro, Sérgio Moro, a condenarlo en la megacausa Lava Jato por corrupción pasiva y lavado de dinero.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT), que enfrenta otro juicio que aumentaría su pena otros 12 años y 11 meses de cárcel, vincula el cuestionado juicio político que derrocó a su aliada y expresidenta Dilma Rousseff con su condena por corrupción y la victoria electoral del actual jefe de Estado brasileño, el ultraderechista Bolsonaro.
“Derrotada en las urnas por cuarta vez consecutiva, la oposición escogió el camino del golpe para volver al poder y las clases dominantes brasileñas retomaron el vicio autoritario”, sostiene el líder progresista y carga contra la política de Bolsonaro: “Entregan la soberanía nacional, nuestras riquezas, nuestras empresas y hasta nuestro territorio para satisfacer a intereses extranjeros”.
Asimismo, el exmandatario (2003-2010) afirma que su candidatura presidencial para participar en los comicios de 2018 fue impedida debido a su popularidad. “¿Por qué tienen tanto miedo de que Lula esté libre, si ya alcanzaron el objetivo de impedir mi elección?”, se preguntó el exmandatario, favorito indiscutido de todos los sondeos sobre las elecciones del pasado octubre.
Lula hace este pronunciamiento en medio de movilizaciones desarrolladas entre el viernes y el próximo miércoles, tanto en Brasil como en otros países, con epicentro en el frontis de la sede de la Policía Federal de Curitiba. Justamente allí, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, leyó la mencionada carta ante varios miles de simpatizantes del líder encarcelado.
Según la organización “Vigilia Lula Livre”, 10 000 personas se congregaron delante de la prisión de Curitiba