La ofensiva, bautizada como Carnaval Rojo, fue organizada por el líder campesino José Rainha, e incluyó además la instalación de campamentos del MST alrededor de más de 60 otras fincas, cuya expropiación es demandada por los labriegos.
“Hemos alcanzado nuestra meta de apuntar las áreas que deben ser destinadas para la reforma agraria. Ahora esperamos la manifestación del INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria)”, expresó Rainha, en declaraciones publicadas este miércoles por el periódico O Estado de Sao Paulo.
El dirigente campesino sostuvo que 60 por ciento de las haciendas elegidas como blanco de la ofensiva están consideradas “latifundios improductivos” por el INCRA, y por ello deben ser expropiadas y destinadas al programa de reforma agraria.
El restante de las ocupaciones ocurrió en tierras pertenecientes al estado de Sao Paulo, gobernado por José Serra, posible candidato del opositor y Partido de la Social Democracia Brasileña a los comicios de octubre próximo, que definirán al sucesor del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores.