Ginebra, 9 de Junio de 2009
Su Excelencia,
El Consejo Mundial de Iglesias es una comunidad con 340 iglesias miembros en todo el mundo y representa más de 550 millones de cristianos.
El Consejo Mundial de Iglesias expresa su compromiso guiado por: el reconocimiento de la necesidad de aclarar y hacer justicia a los asuntos de negación, destrucción y humillación de las espiritualidades indígenas y sus valores ancestrales, la afirmación del derecho de los pueblos indígenas de reclamar lo que les ha sido negado y amenazado con destrucción –su cultura, identidad, lenguas, símbolos culturales, territorios ancestrales, lugares sagrados–, el respeto por el derecho de los pueblos indígenas a definir por ellos mismos su desarrollo político, económico, cultural y espiritual, la afirmación de la responsabilidad de las iglesias de promover el conocimiento y preocupación de los asuntos de los pueblos indígenas, la afirmación del rol importante de la educación en el desarrollo y entendimiento de un compromiso serio con las luchas de los pueblos indígenas, y una apreciación de la sabiduría indígena y la distintiva contribución que los pueblos indígenas pueden hacer al desarrollo de nuevos enfoques, metodologías e instrumentos de conocimiento.
Le escribo para expresar nuestra profunda preocupación por la pérdida de vidas y desplazamiento violento de los pueblos indígenas Awajun y Wambis en Bagua, Perú el 5 de junio de 2009.
Toda vida es un regalo de Dios y por esa razón deploramos la ineptitud del gobierno peruano en resolver el conflicto sobre tierras e industrias extractivas en Bagua de una manera justa y pacífica.
Nos sumamos a la Organización de Estados Americanos, a Organizaciones Religiosas y a grupos de Derechos Humanos a lo largo del mundo en el repudio de esta violencia y en el llamado por una investigación internacional independiente. Así mismo estamos alarmados por los informes que hablan de los intentos de ocultar los cuerpos victimados para encubrir la verdad de la pérdida de las vidas.
Además, entendemos que este ataque trágico y violento no es sino uno más en una serie de acciones gubernamentales por abrogar los derechos de los pueblos indígenas en la amazonía peruana respecto a sus tierras y recursos. Los eventos del pasado 5 de junio fueron en respuesta a las protestas pacíficas surgidas a raíz del decreto 1090 que autoriza la venta y explotación de millones de hectáreas controladas por el gobierno a compañías privadas.
El Consejo Mundial de Iglesias ha permanecido en solidaridad con los pueblos indígenas del mundo y en la promoción y apoyo de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. El decreto 1090 y los recientes ataques en Bagua contradicen el espíritu y letra de la Declaración así como las recomendaciones de las Leyes Internaciones incluyendo la Convención 169 de la Organización Mundial del Trabajo.
Su estado y gobierno debe respetar y cumplir todas las obligaciones que surgen de los Instrumentos Legales Internacionales como signatario de las mismas.
De esta manera y muy respetuosamente le pedimos a usted así como al Congreso peruano a:
Ordenar el inmediato cese de la represión violenta contra los pueblos indígenas, quienes pacíficamente buscan el respeto de sus derechos,
Suspender el Estado de Emergencia, Iniciar un sincero, fiel y significativo diálogo con las y los líderes indígenas para que de una manera pacífica y justa se resuelva el conflicto y se avance hacia la total aplicación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, de la Convención 169 de la Organización Mundial del Trabajo en todas las leyes y prácticas de la República del Perú.
Juntamente al profeta Isaías y de acuerdo a los valores que su gobierno afirma, urgimos a que la aplicación de la justicia se garantice a favor de los pueblos indígenas y que su derecho legítimo así como sus aspiraciones sean apoyados. Como cristianas y cristianos creemos que “como la tierra produce su renuevo, y como el huerto hace brotar su semilla, así Yavé el Señor hará brotar su justicia y alabanza delante de todas las naciones” (Isaías 61:11).
Muy atentamente,
Rev. Dr. Samuel Kobia
Secretario General del CMI. (PE)