Entre los participantes se pasa la voz de que el Foro está en caos porque hay muchas dificultades con la organización de esta edición, casi todas relacionadas con el problema del territorio. La Universidad, que en previos acuerdos, se había comprometido a ceder sus espacios y locales, ha decidido tras un cambio de Rector, no detener sus actividades docentes, dejando mucha incertidumbre alrededor de las actividades autogestionarias ya inscritas.
Las organizaciones sociales están decididas a expresarse, y piensan usar espacios abiertos, y trabajar creativamente sin equipos de audio y traducción ante la constante falla de fluido eléctrico. Cincuenta mil personas sobre las arenas de Dakar en medio de un continente en ebullición podrían encontrar otro modo de denunciar y hacer visibles sus luchas.
Quizá Dakar logre mostrar una manera de librar una batalla por el territorio y encuentre otro camino para reunirnos. Más que nunca antes, esta edición está exigiendo a las organizaciones la autogestión y la improvisación para lograr desarrollar las actividades planificadas.
Los movimientos sociales tienen la intención de mostrar los resultados de las luchas de estos años y el deseo de defender la esperanza en la victoria. Asumiendo como ejes la lucha contra la militarización y contra la violencia hacia las mujeres, la lucha por la justicia climática y ante la crisis financiera, ya comienzan a preparar una declaración final donde se identifiquen y reconozcan los pasos que se han dado en la integración, el posicionamiento ante la coyuntura política y la agenda para el próximo período.
La marcha que inauguró el Foro estuvo llena de entusiasmo, música, optimismo, colores. Mostró la gran convocatoria de esta edición, la diversidad cultural a lo interno de los pueblos africanos y la radicalidad de las propuestas de los movimientos de todo el mundo presentes en Dakar, que denuncian al sistema, bailando y cantando sus ritmos ancestrales.
Al cierre de la marcha Evo Morales le habló a los movimientos sociales y compartió su visión de la lucha hacia la verdadera justicia climática, la descolonización, la autodeterminación de nuestros pueblos.
El segundo día del Foro estará dedicado a la diáspora y otras problemáticas africanas. Luego habrá dos días de actividades autogestionarias y dos días de asambleas de convergencia en determinadas temáticas que articulan procesos.
Los resultados de este Foro son inciertos. No hay muchas expectativas entre las redes internacionales y los movimientos que han participado en el proceso desde su nacimiento en Porto Alegre, pero el espíritu es el de aprovechar el tiempo en el espacio que podamos tomar, y trabajar con fuerza por una agenda de lucha que nos permita avanzar unidos.