Trasladamos inquietudes por patrones de discriminación y racismo en la sociedad norteamericana, la agudización de la brutalidad policial, los actos de tortura y ejecuciones extrajudiciales en la lucha antiterrorista y el limbo jurídico de los prisioneros en la cárcel de Guantánamo, precisó a periodistas el jefe de la delegación de la isla, Pedro Luis Pedroso.
En una rueda de prensa para ofrecer detalles acerca de la reunión, el subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la cancillería agregó que la parte cubana también señaló preocupación por las limitaciones de los derechos laborales y las libertades sindicales.
De acuerdo con Pedroso, pese a las marcadas diferencias de concepción y ejercicio de los derechos humanos, el encuentro en el Departamento de Estado transcurrió en un ambiente de respeto y profesionalidad. Tratamos asuntos de interés para ambas delegaciones, dijo el funcionario, quien destacó que el inédito diálogo evidenció “que es posible relacionarse civilizadamente, a partir del reconocimiento y respeto a las diferencias”.
Asimismo, añadió, la reunión desarrollada por iniciativa de Cuba ratificó la disposición de La Habana a debatir cualquier tema sobre la base de la igualdad y la reciprocidad.
Ante una pregunta de Prensa Latina, Pedroso informó que la isla presentó en el breve tiempo disponible algunos de sus avances en materia de protección y promoción de los derechos humanos.
Respecto a futuros intercambios de criterios en torno a esta cuestión, no descartó su realización.
El diálogo sobre derechos humanos se suma a otros temas de interés bilateral analizados de forma paralela al proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas y apertura de embajadas, derivado de los anuncios del 17 de diciembre de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, de avanzar hacia la normalización de vínculos.