El presidente de la República de Bolivia, el Presidente de la República de Honduras, el Presidente de la República de Nicaragua, el Primer Ministro de la Mancomunidad de Dominica, el Presidente de la República de Bolivariana de Venezuela, el Vicepresidente del Consejo de Ministros de la República de Cuba y como invitado especial, el Presidente de la República del Ecuador, país observador del ALBA-TCP, reunidos en la ciudad de Caracas, cuna del Libertador Simón Bolívar, en el contexto de la III Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP), el 26 de noviembre de 2008.
Se congratularon por el excelente nivel en que se encuentran las relaciones entre sus pueblos y sus gobiernos, como fruto de una común adhesión a los ideales de unidad y libertad latinoamericana.
Pasaron revista a los proyectos grannacionales del ALBA-TCP y a otros asuntos relativos al funcionamiento de este nuevo esquema de integración y aprobaron la asignación de recursos provenientes del banco del ALBA para iniciar los estudios correspondientes de los proyectos seleccionados y dar continuidad a la campaña de alfabetización en Bolivia y Nicaragua.
Reflexionaron acerca de la consolidación institucional del ALBA-TCP, y avanzaron en la designación de representantes permanentes que ocuparán la sede de la coordinación del ALBA-TCP en Caracas, así como la de directivos del Banco del Alba.
Compartieron sus análisis acerca de la crisis que estremece los cimientos del capitalismo mundial, y reiteraron sus críticas al modelo económico depredador imperante en nuestro planeta, resultado de un orden geopolítico signado por las relaciones de dominación.
Coincidieron en su cuestionamiento a un sistema financiero internacional que ha promovido la libre circulación de capitales y el dominio de la lógica de la especulación financiera por sobre la satisfacción de las necesidades de los pueblos.
Elaboraron un diagnóstico acerca de las diferentes formas en las que la crisis financiera que se ha desatado desde los países capitalistas del norte, impacta a cada uno de nuestros países y a la región en general. se mostraron preocupados por la ausencia de propuestas creíbles y contundentes para enfrentar sus efectos devastadores.
Coincidieron en que la salida de la crisis no puede encontrarse en respuestas oligárquicas y erráticas que no tomen en cuenta a los pueblos, ni en la pretensión de refundar un sistema financiero internacional que necesita ser sustituido por otro donde impere la solidaridad, la estabilidad para el desarrollo en armonía con el planeta y la justicia social.
En ese sentido, reiteraron su firme convicción de que el espacio regional es el privilegiado para dar respuestas inmediatas y efectivas, y formularon propuestas concretas para constituir una zona económica y monetaria del ALBA-TCP que proteja a nuestros países de la depredación del capital transnacional, fomente el desarrollo de nuestras economías y constituya un espacio liberado de las inoperantes instituciones financieras globales y del monopolio del dólar como moneda de intercambio y de reserva.
Construir una zona monetaria que incluya inicialmente a los países miembros del ALBA (la Mancomunidad de Dominica participaría en calidad de observadora) y a la República del Ecuador, mediante el establecimiento de la unidad de cuenta común SUCRE (sistema unitario de compensación regional) y de una cámara de compensación de pagos. La creación de esta zona monetaria se acompañará del establecimiento de un fondo de estabilización y de reservas con aportes de los países miembros, con el fin de financiar políticas expansivas de demanda para enfrentarse a la crisis y sostener una política de inversiones para el desarrollo de actividades económicas complementarias.
Articular una respuesta regional, impulsada por el alba-tcp, que busque la independencia respecto a los mercados financieros mundiales, cuestione el papel del dólar en la región y avance hacia una moneda común, el sucre, y contribuya a la creación de un mundo pluripolar.
Proponer una nueva estructura del sistema de las naciones unidas para el siglo XXI, que responda a los desafíos actuales de la humanidad y del derecho internacional, que garantice la democratización del consejo de seguridad y los demás organismos internacionales, respete la igualdad y el equilibrio de las naciones.
Estudiar la creación de un consejo monetario mundial que coordine la concreción de acuerdos monetarios entre bloques regionales cuyas funciones prioritarias serían la regulación monetaria, financiera y bancaria internacional y la creación de una moneda mundial que garantice transparencia y estabilidad en la emisión y en el movimiento de capitales, proveyendo recursos para el desarrollo.
Con el fin de transformar esas propuestas en políticas concretas y de impacto inmediato, designaron un grupo de altos comisionados presidenciales quienes, bajo la supervisión directa de los jefes de Estado y de Gobierno, consolidarán la propuesta técnica para viabilizar esta decisión.
Apoyar la propuesta de Venezuela de convocar a una cumbre mundial sobre la crisis financiera en el marco de la organización de las naciones unidas
Los países del ALBA-TCP se solidarizaron con el gobierno de la República del Ecuador y con el Presidente Rafael Correa Delgado, en su decisión de realizar una auditoría integral del crédito público y en ese sentido, adoptaron una declaración especial.
Caracas, 26 de noviembre de 2008