El noveno Foro Social Mundial (FSM) que es el mayor encuentro de organizaciones sociales de diverso origen que se realiza en el mundo, dejó varios mensajes de denuncia pero también de esperanza para la situación tanto a nivel planetario como local de cada realidad intervinculada.
Durante estos días recientes diferentes organizaciones eclesiales ecuménicas de Brasil, Latinoamérica y el mundo desarrollaron distintos talleres. Varios jóvenes de las organizaciones ecuménicas participantes del FSM tomaron parte en un taller sobre Teología de la Liberación y la Lucha de los Pueblos, organizado por Vía Campesina, donde tuvieron la palabra: Frei Beto, Leonardo Boff, Fernando Lugo, Francois Houtuart y Kirenea Criado.
Esta última, teóloga cubana del Centro Martin Luter King, hizo algunas reflexiones: ¿Cuál es el papel de la Teología en estos tiempos? ¿Desde qué visión de la realidad nos posicionamos, y desde qué lugar estamos realizando la teología? Cómo Dios dialoga con la realidad de nuestros pueblos?
De las ponencias se destaca primero el hecho profundamente simbólico de un presidente que viene del mundo religioso con un gran compromiso pastoral y social, que sigue acompañando las reflexiones de las organizaciones, movimientos sociales y ecuménicas en la búsqueda de este “otro mundo posible”. Fernando Lugo reconoció que el FSM había sido también un espacio de inspiración para él y un aporte muy significativo para la base social que acompaña el proceso de cambio en Paraguay.
Dentro de su exposición retomó parte de su testimonio personal en San Pedro, y en especial el consejo de dos amigos que él trata de seguir viviendo desde que fue ordenado sacerdote “nunca perder la sencillez y la humildad”. También recordó su fuerte experiencia pastoral en Ecuador y cómo la Teología de la Liberación (TL) le salvó la fe y le libró de entrar en una burocracia eclesial. Destacó dentro de su exposición que el cristianismo y la reflexión desde la TL, tienen que promover el pensamiento desde la periferia, desde los márgenes, debajo del árbol, desde las calles y las plazas y no reproducir el modelo centralista trayendo discursos desde los lugares donde “la gente sabe”.
En el mismo sentido Leonardo Boff dejó planteado tres puntos centrales para la TL en este momento actual. Uno, los pobres como sujetos de la liberación y no como destinatarios de nuestras acciones. Dos, la vida como el centro de nuestro mandato, la cual está amenazada por el sistema económico y cultural. Con un fuerte proceso de destrucción de la naturaleza y mercantilización de la vida (alimentos y medicamentos). Tres, el planeta Tierra, no como un globo lleno de recursos para explotar sino como un supraorganismo del cual formamos parte interdependiente.
En este sentido Boff trazó tres ejes transversales más: rescatar la esperanza, la capacidad creativa de hacer lo que parece imposible y rescatar los valores de convivencia y fraternidad con un énfasis en el desarrollo de la espiritualidad.
Por su parte Francois Houtart dejó planteada esta pregunta básica pero no fácil: ¿Dónde está Dios en este contexto mundial? En este sentido expuso la realidad de los millones de muertos y excluidos que el sistema genera y que las crisis financiera y alimentaria mundial crea.
Por último el presidente Lugo dejó un suerte de “aviso parroquial”: desarrollar durante el primer semestre del 2009 —en el cual Paraguay tiene la presidencia protempore del MERCOSUR—, otros seis diálogos en temas de juventud, políticas social, energética, gobierno, trabajo e interreligioso. Para este último invitó a todos los presentes a participar y a los teólogos Leonardo Boff y Frei Betto a acompañar especialmente el este momento de reflexión y articulación.