Q’ilAbal- La siembra
“Entramos en hilera, con las manos hacia atrás por respeto, hacemosreverencia a la naturaleza y a la población misma, nos inclinamos hacia cadauno de los cuatro puntos cardinales; la dualidad maya. Mirando hacia dondesale y hacia donde se opone el sol, de donde viene el viento yhacia dónde va. Los sacerdotes y las sacerdotisas se conectanespiritualmente con el sobrenatural que guarda al bosque y a las personas,Tepeu, Gucumatz, los formadores, creadores. Antes solo ellos existían.
Invocan también a la madre Ixmucane. Le pedimos permiso, ella guarda lanaturaleza, al ser humano, que no aparezcan culebras u otros animalespara que no nos hagan daño, para no tener que hacer daño, para que lleguela lluvia.
Estas fueron las palabras de Pedro, Pedrito, (como le decimos con cariño) unode los participantes del taller de ecología política que compartimos lasemana del 13 al 17 de febrero en el Centro Martin Luther King (CMLK). Éles parte de una comunidad de ascendencia maya, ubicada al norte deGuatemala.
En este momento se encuentra estudiando en Cuba y es parte dela FEPAD Latinoafricana. Durante esa linda y movilizadora convivenciaentre más o menos dieciocho personas donde se mezclaron también historias deCuba, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú, Pedro nos dejó descubrir enalgunos momentos, con toda su sencillez y serenidad, algunas esencias desu cosmovisión, casualmente, cuando muchas y muchos empezábamos apreguntarnos si realmente nuestra manera de ver y relacionarnos con elmundo es la única posible o la más válida.
Aquí intentaremos transmitir alguna pincelada de las preguntas, lasreflexiones, y los sentimientos que nos sacudieron durante la semana.
Veamos entonces, ¿qué es medio ambiente?.
Es una interrogante que, a la luz de la razón, de la cultura occidental,nos parecía obvia. Sin embargo, la naturaleza que nos rodea, es lanaturaleza al servicio del ser humano, lanaturaleza en conjunto con el ser humano, lasuma de la naturaleza, el ser humano y las cosas que hace. Claro, cómo toda pregunta, esta también contiene en sídeterminadas percepciones, cosmovisiones, determinados maneras deposicionarnos ante la realidad.
Y, tras ella fuimos, buscando la esencia en las huellas y en el paso, fueasí que se hizo la magia de otras preguntas.Allá nos sumergimos, con la seguridad de nuestros paradigmas desde dondenos colocamos. Poco a poco fuimos siendo conscientes de tener un suelo, elúnico posible en el que nos posicionamos para conocer, razonar, saber,creer, hacer, vivir. No veíamos otro que pudiera sostenernos, quizá poreso casi todas y todos en algún momento durante el taller, nos sentimoscaer al vacío con las nuevas interrogantes que se abrían.
Cuán naturaleza-sociedad somos y no cuán naturaleza-sociedad es fueparte de nuestras primeras movidas. También tropezamos con lafragmentación de la realidad que habita en nuestras percepciones yrepresentaciones al separarla para conocerla mejor, controlarla mejor,subyugarla mejor o poseerla como objeto o cosa a nuestro servicio.
Por esto la reflexión tomó este tiente: la cultura de la dominación nosenseña, nos impone que la historia de la humanidad es lineal, al igual quenuestro pensamiento que va en un único sentido hacia un futuro predeciblede crecimiento y desarrollo.
Desde este punto de vista, no hay otra forma posible de saber, conocer ypensar, por consiguiente excluimos cualquier otro que exista. A eso se refiere la“monocultura del saber y del rigor”, es decir, eliminar de cualquier procesode conocimiento alternativo, el “epistemicidio” según de Souza. Solo elrazonamiento científico positivista, el de causa-efecto, de comprobacióny la idea de desarrollo como crecimiento económico, son válidos paranuestra concepción occidental apuntalada desde el neoliberalismo; a saber, el queimpone que “somos racionales incluso al cortar la rama donde estamossentadas y sentados”.
Luego de reflexionar y vivenciar cuán permeado o condicionado está nuestro pensamiento por el sistema capitalista, noshacemos la pregunta nuevamente: ¿Qué es medio ambiente?Muchas de nuestras respuestas siguieron siendo reflejo de esa concepcióndel mundo, pero… brotaban, como agua fresca, otras reflexiones: si reunimos los fragmentos de la realidad y la tomamos en sutotalidad y complejidad, si nos asumimos dentro y parte de ella, si vemosel medio ambiente como totalidad…
Entonces afloró una nueva interrogante: ¿Seríamos parte de laproblemática ambiental y con ella podemos ser transformados? Pero esto no termina aquí pues, más allá de las consecuenciasque produce nuestro rol explotador de “recursos naturales”, ¿la relaciónentre los seres humanos no sería en sí misma un elemento más de esatotalidad?, ¿el medio ambiente es también un fenómeno social y losocial un fenómeno medioambiental?
A esta altura del taller, la cabeza nos hervía, las preguntas nosgeneraban otras preguntas, a la vez que las mismas o nuevas caras. Al final muchas comenzaron a despejarse puesdesde esta visión claramente vimos la relación del medio ambiente con lapolítica y la cotidianeidad en nuestras prácticas.
Ya estábamos en el cierre del taller. Todas ytodos con la cabeza y el corazón ardientes, cuando recibimos a un visitantenorteamericano, a quien le contaron que estábamos en un taller de ecologíapolítica. Él, muy curioso,inquirió que era eso, pues él era ecologista y noencontraba la relación con la política. Jesús, el coordinador,apasionadamente le explicó y después que le tradujeron, su cara fue de noentender mucho, aunque dijera “yes, muy interesante”.
Tal vez si élpudiera comprender que el aletear de un ave polar hace vibrar los pétalosde una rosa ecuatoriana, y la sangre y el sudor de una obreralatinoamericana es parte de los caramelos que devora un señor en algúnrincón de Europa, su rostro dibujaría otros gestos, como los nuestros almirarnos y en complicidad descubrir que para ese momento del taller yatodas y todos teníamos una respuesta no solo a la pregunta del visitantesino para aquella que al inicio creímos obvia.
K´uchbatz- Los secretos
“Se escuchan pájaros del monte cuando va a llover, son secretos de lanaturaleza, magias, otra forma de interpretar lo que va a pasar. Amediados de mayo, hay un tipo de hormigas, grandes, andan en grupos,cuando empiezan a cruzar caminos, se acerca la lluvia, el invierno. Hay unpájaro que empieza a cantar a las ocho, y luego a las doce, a las dos, a lascinco…El sol se mueve y nos dice que es el tiempo.
Los sueños dependen del momento, cualquier sueño tiene un significado,depende del día, del símbolo, de la carga, de su número. Se interpreta,ya sabemos lo que va a pasar, cosas grandes o pequeñas. Si sueño culebra,por ejemplo, lo consulto con el sacerdote maya, él sí conoce elcalendario, él sabe, porque siente…”.
Agradecemos una vez más la oportunidad de disminuir las certezas, aumentarlas preguntasy de transformar el mundo desde nuestra práctica cotidiana.
*Grupo del taller Ecología política 2012