¿Y después fue para la prisión en Lompoc (California)?
Sí, tuvimos que dar una batalla legal para que nos sacaran del Hueco y que nos pusieran con el resto de la población. Luego vino el juicio, y después del juicio otro mes en el Hueco. Entonces después de la sentencia nos mandaron para diferentes penitenciarías. A mi me tocó en Lompoc en el 2003, y para la Caja. Esto pasó en las 5 prisiones en el mismo día. No está claro, por qué ni de donde vino la orden. Lompoc es una prisión muy vieja y aparte del Hueco que es para los que han agredido a guardias o que le han dado candela a los colchones, etc. casos ya sin remedio prácticamente, la Caja, un sótano debajo del Hueco, 10 celdas con doble puerta. Allí me pusieron en calzoncillos, descalzo durante un mes. No sabía si era de día o de noche porque allí si eran las 24 horas. Allí no hay ninguna hora de recreación ni nada. Había un salidero de la celda de arriba. Cuando descargaba el baño chorreaba esa agua sucia por las paredes de la celda mía.
Estuve quejándome por el peligro que eso representaba para la salud. Allí pensaban tenernos un año con, special administrative measures. Me habían avisado de que yo no iba tener contacto absolutamente con nadie. Ni visita ni nada. Para comunicarme con mi abogado tuve que entregar una carta. Tuve que hacer un sobre con un papel que conseguí, pegarlo con pasta de dientes porque no había absolutamente nada. No tenía nada que leer, ni nada para escribir, nada. Fue bastante difícil ese mes. Nos dijeron que íbamos a estar así un año y que al cabo del año revisaban el caso y que podíamos estar así indefinidamente. Cuando me iban a sacar a llevarme a bañar me llevaban 3 o 4 guardias esposado. Las otras celdas tenían las puertas exteriores abiertas. La puerta interior era una reja cerrada. Pero la otra que era una plancha de hierro que aislaba completamente, las tenían abiertas para que la gente no se desesperara. Pero la mía siempre estaba cerrada. Cuando me iban a sacar, cerraban todas las otras para que nadie ni siquiera me viera. Porque una de las cosas establecidas era que no podía tener contacto con nadie. Allí estuve un mes, sin saber si era de día o si era de noche, con agua sucia cayendo por las paredes, descalzo, con la luz encendida las 24 horas, y oyendo los gritos de las demás gentes alrededor, que algunas habían perdido la mente. Un día, un jueves, vinieron y me trajeron unos papeles para que lo firmara donde decía que iba a estar allí un año. El próximo martes, sin darme ninguna explicación, como mismo me habían entrado, sin saber nada de nada, me sacaron. Supimos que hubo bastante protesta frente el Buró de Prisiones y que congresistas averiguaron por nosotros.
¿Bajo qué pretexto te metieron en la Caja? ¿Y como mantuviste la cordura?
¿Pretexto? Ninguno. El teniente que me llevaba para el Hueco, me preguntó: “¿Por qué vas para el Hueco?” Y le dije, “¿Y Usted me va a preguntar a mí?” Si usted es el que tiene que decirme. Y cuando yo preguntaba me decían, “Eso vino de arriba”. Casualmente, cuando eso ocurrió faltaba un mes para que nosotros presentáramos la apelación, cuando más contactos con nuestros abogados debimos tener. Fuimos para el Hueco, una coincidencia misteriosa, justo antes de la apelación.
¿Cómo pude resistir? Nosotros estábamos concientes del apoyo, de la gente tratando de lograr la justicia en nuestro caso. Eso nos afectó mucho. Nosotros sabíamos que Cuba estaría protestando esa situación, y que nuestros amigos en el mundo entero e incluyendo en este país estarían haciendo todo lo posible para sacarnos de allí. Y al final salimos del Hueco. De hecho hubo protesta en muchos países y en frente del Buró de Prisiones. Eso le da a uno mucho ánimo, mucha fuerza. Y uno sabe que no puede defraudar a sus compañeros gente que no le fallarán y esperan que no les falle. Entonces, uno se pasa el día pensando: aquí no puede pasarme nada, no me puede dar un ataque de pánico, no puedo enfermarme de los nervios, no puedo ceder ni un tantito porque son demasiadas personas con las cuales voy a quedar mal. Y eso a uno le da un ánimo tremendo.
¿Pensabas en tu familia?
El gobierno de los Estados Unidos no le da visa a mi esposa para que me venga a visitar durante los últimos 10 años. Negarme la posibilidad de ver a mi esposa es parte del mismo proceso; el interrogatorio, las ofertas de que nos vendiéramos, los meses en solitario. Pero los planes que hayan tenido el FBI o la administración, no dieron resultado. En el principio ellos pensaron, arrestamos a estos agentes de Castro, los amenazamos y ellos se van a arrepentir, porque este es el país más rico y mejor del mundo. Y Cuba es un país pobre, una dictadura. A los americanos por 50 años les han dicho, Cuba es un infierno, pero no puedes ir a ver por ti mismo.
Los americanos son libres para muchas cosas pero no de ir a 90 millas a visitar a ese país a ver si es verdad lo que dice su gobierno. El plan que tenían con los 5 era que cambiáramos de bando, armar todo un show propagandístico, que denunciáramos todo lo que ellos pensaban que debíamos de denunciar, que condenáramos a la revolución, lo mismo que obligan hacer a cualquier deportista o artista. Cuando vienen aquí lo primero que tienen que decir es, “Vengo buscando libertad”. Entonces los exprimen al máximo, y después se olvidan de ellos. Ese era el plan más o menos que tenían con nosotros, pero les salió mal. Como venganza nos hacen la vida lo más difícil posible. Durante 10 años. Los presos usan el email para comunicarse con sus familiares. A mi no me dejan usar el email, ni siquiera para comunicarme con mi esposa.
¿Qué hizo Cuba en contra de los Estados Unidos para merecer tanto castigo durante 50 años?
El crimen más grande de Cuba ha sido haber querido ser un país soberano e independiente. La historia va mucho más atrás que 50 años. Cuba estaba ganando la guerra con España [1895-98] para alcanzar su independencia cuando los Estado Unidos dijo, Uh oh, no nos conviene! De buenas a primera explotó el USS Maine [en la Bahía de La Habana] misteriosamente, y eso fue el pretexto para la intervención de los Estados Unidos para derrotar a España. Entonces ellos pusieron la enmienda Platt en la constitución de Cuba [permitiendo la intervención por parte de los Estados Unidos].
Vamos mucho más atrás: Cuba, la fruta madura que iba a caer en maños de los Estados Unidos. Cuba, el traspatio de los Estados Unidos. Esa islita tiene la gran desgracia de estar a 90 millas del país más poderoso del mundo. Cuba se negó a ser el balneario y el prostíbulo de ellos como fue en los famosos años en que los Marines iban se orinaban en la estatua de José Martí. Esos tiempos están muy presentes en la mente de los cubanos todavía. El crimen más grande de Cuba fue querer ser un país libre y soberano, sin que fuera el embajador norteamericano quien dictara, como pasó durante casi medio siglo. Por eso no pueden perdonar a Cuba; por querer tener su propio sistema. Recuerde que ellos [las empresas norteamericanas] eran los dueños de los casinos, las industrias, las mejores tierras; eran los dueños prácticamente del país. Eso se acabó en el 1959 y es algo que no nos perdonan.
¿Entonces usted sufre el castigo simbólico de esa falta de respeto?
Sí, pero hay otro elemento fundamental en mi opinión. El FBI quedó en una mala posición porque se descubrió que había penetrado a los Hermanos de Rescate a través de Juan Pablo Roque. El era un agente [de la inteligencia cubana], incluso le pagaban para que les diera información. Cuando eso se descubrió el FBI quedó muy mal parado con la extrema derecha de Miami. El FBI buscó a un chivo expiatorio para poder decir: agarramos a estos 5 culpables.
¿Qué fines esperaban lograr los Hermanos de Rescate con tu juicio?
Sobre todo un fin económico. Algunos de ellos tienen intereses políticos legítimos y son patriotas a su manera, pero muchos de ellos lo que persiguen es un fin económico. La industria del anti-Castrismo es una industria que da millones. Por 50 años algunas personas han vivido de eso: comentaristas radiales hasta jefes de las 3 500 organizaciones chupando dinero federal para lograr la libertad en Cuba; o haciendo colectas de los viejitos para comprar las armas para la liberación de Cuba. A (José) Basulto nunca se le había ocurrido violar el espacio aéreo cubano mientras la gente le daba dinero para patrullar a la Florida. Se compró unas cuantas avionetas con el dinero que donaba la gente. Cuando se le acabó el dinero, porque la gente ya no le daba más – para qué, si cuando llaman al Coast Guard a los balseros los van a llevar para atrás-pues entonces dijo, “Uh, oh, tengo que inventar algo nuevo”. Allí fue cuando empezó a violar el espacio aéreo de Cuba para que el dinero siguiera entrando.
Además, en mi opinión, Basulto, quien es muy inteligente, puede haber querido con toda intención provocar un conflicto grave entre los Estados Unidos y Cuba. Ellos sueñan del día en que el ejército americano les barra de la tierra a todos los revolucionarios. Sobre las cenizas que queden ellos reconstruirán a su propia Cuba, la que tenían antes de la revolución. Lo que no han podido hacer ellos, que se lo haga el ejército americano. Por eso es que hablan de traición en Bahía de Cochinos en Playa Girón. Ellos pensaron que detrás de ellos llegara el ejército americano a Playa Girón. Esa fue la traición de Kennedy. Entonces no dudo que las intenciones de Basulto hayan sido de crear un conflicto internacional. No importa cuantos cubanos ni jóvenes americanos mueran. Lo que les importa es recuperar su país, lo que ellos consideran su país.
En Miami habían rumores de que Basulto era un agente cubano. Todas sus misiones terminaron en fracaso o desastre.
La segunda parte es cierta, pero la primera dudo mucho. Es una lástima que se hayan perdido esas vidas [el derribo de las avionetas de los Hermanos de Rescate en 1996], pero le puedo asegurar que Cuba hizo todo lo posible para evitarlo. Mandaron 16 notas diplomáticas por canales oficiales pidiendo a los Estados Unidos que no dejara a los Hermanos de Rescate que violara el espacio aéreo cubano.
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