El film, producido por Costa-Gavras y dirigido por Mehdi Charef, se bas en la novela del propio Charef, editada por Gallimard y llamada as noms, El t del harem de Arqumedes. El libro era de 1983, la pelcula se estren en 1985 y Charef es un argelino criado en Francia, que trabaj durante diez aos como obrero metalrgico.
El t… hablaba de los jvenes desocupados, de la fascistizacin de la baja clase media francesa y sobre todo de los hijos de inmigrantes, un mix explosivo desarrollado en los suburbios, en las ciudades dormitorio, en las pajareras de cemento donde los chicos crecen como parte del cemento. Crecen y toman las caractersticas del cemento, seco y fro.
Ellos son secos y fros tambin, duros, aparentemente indestructibles. Pero hay fisuras en el cemento. La fisura es producto del forcejeo de dos culturas, dos razas, dos lenguas.
Fue en 1983, con la marcha de Marsella a Pars por la igualdad y contra el racismo, que, dicen, los franceses hijos de magrebes (tunecinos, marroques, argelinos) se hicieron visibles; los llamaban inmigrantes de segunda generacin, como si inmigrante fuera una nacionalidad, un mal irreversible y sin fin. Desafiantes, ellos se autodenominaron beur.
Nadie escapar al beur, ni siquiera los que luchan por sacar la cabeza fuera de la realidad asfixiante porque ellos son la beurgeoisie; ni los aplicados, los meritorios, los sobreadaptados, los beur de service. Hay una cultura beur, un cine beur, novelas beur, msica beur.
Y qu es beur? Simplemente rabe (arabeu). Es la palabra rabe manipulada, dada vuelta, contrada, estrujada, un producto del verlan, (lenvers, el revs, o sea el revs de revs), el vesre.
Leila Sabbar muestra en una de sus novelas el desconcierto de la madre inmigrante que confunde beur con beurre (manteca) y pide explicaciones: Yo no s por qu dicen Radio Beur. Por qu beur? Es la manteca que los franceses comen con el pan? No entiendo. Por el color? No son as, se no es el color de los rabes. Los jvenes saben, yo no s. No me animo a preguntar. Tal vez significa pas. El Ber, entre nosotros, los rabes, quiere decir pas. T lo sabes, hijo. Es eso o no? El hijo le ensea a la madre que beur es la palabra rabe, al revs. Le resulta difcil convencerla de que rabe al revs, empezando por la ltima slaba, da beur. Dnde se fueron las a? No se las escucha ms y haba dos.
Durante noches una mayora de jvenes beurs tuvo en vilo a Francia e hizo surgir el clasismo de Nicols Sarkozy, el ministro con nombre de prncipe tolstoiano y lengua afilada que los ha calificado de chusma, escoria, racaille. Mientras tanto, el periodismo habla de la Intifada europea.
Quiz los jvenes de los suburbios, annimos en sus buzos con capucha, fanticos del rap, se hayan hartado de los rechazos en las puertas de las discotecas, de las detenciones por la cara, de que aun esa nfima minora que consigue obtener un ttulo terciario est condenada de antemano: las estadsticas cantaban hasta hace poco que entre los beur profesionales la desocupacin es cuatro veces ms alta que la media de los franceses con diplomas equivalentes.
El lunes, una fatwa los convoc a la calma, legitim las causas pero conden la violencia. Quienes piden el fin de la agitacin son los padres, los mayores, los resignados, los que llegaron para trabajar y callar; los que creyeron que la estada sera breve e hicieron de su exilio un tiempo que no cuenta, no productor de memoria, alimentado por el mito del retorno. Soy consciente de ser el hijo de un inmigrante argelino planteaba a modo de declaracin de principios el escritor Azouz Begag, el beur integrado que, segn declara, empez a escribir por haber ledo El t…, pero soy igualmente consciente de ser hijo de pobre, analfabeto, campesino; es el deslizamiento del origen tnico a la apertura social.
El deslizamiento que propone Bega quiz sea el tobogn que lo ha convertido en el actual ministro delegado para la Promocin de la Igualdad de Oportunidades del gobierno conservador francs. Y no son slo las noches de fuego y sirenas las que le han dado con un canto en los dientes al ministro de lo que no existe, al delegado del fracaso. Un pequeo incidente vino a hacer su aporte para recordarle que no es sencillo escapar a la portacin de cara.
El 13 de octubre los funcionarios del aeropuerto de Atlanta separaron al caballero de la Orden del Mrito y de la Legin de Honor Azouz Begag del resto del pasaje. Dudaban de la autenticidad de su pasaporte diplomtico A-1 y de la invitacin de la universidad de Florida para disertar sobre polticas contra el racismo. Para los tipos que con insolencia lo interrogaron en dependencias de migraciones, Azouz Begag no era ms que un rabe.