Sin embargo, Zapata Tamayo fue un delincuente común que purgaba en prisión varias penas por similar número de delitos y que sólo el último tiempo de su existenciafue incorporado a uno de los grupos contrarrevolucionarios que conspiran contra el socialismo cubano bajo conducción y financiamiento de la Oficina de Intereses de EE.UU. en La Habana y los contrarrevolucionarios asentados en Miami, especialmente.
El socialismo cubano —una manera de producir y de distribuir, y una vida esencialmente distinta al capitalismo—, tiene el apoyo de la mayoría de su pueblo, así como recibe la solidaridad de los pueblos del mundo (y en especial de los de nuestra América). Asimismo, Cuba tiene derecho a defender ese régimen que asegura, efectivamente, los derechos individuales y colectivos a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación, a la seguridad, al descanso, a la remuneración igual por trabajo igual entre hombres y mujeres. Derechos aquéllos que en los países capitalistas (incluidos EE.UU. y Europa) son viejas aspiraciones sin atención plena.
En el cauce de la realización de esos derechos humanos en Cuba, destacamos el reconocimiento de UNICEF a la mayor isla de las Antillas porque allí no hay desnutrición infantil, conquista que está muy lejos de alcanzar innumerables países desde donde se difunden mentiras destinadas a estimular dudas respecto de Cuba que, es cierto, sigue como avanzada antiimperialista en Latinoamérica.
La muerte de Zapata sirve, lamentablemente, a los imperialistas yanquis y a los contrarrevolucionarios de procedencia cubana en Miami para desencadenar y sostener la actual compaña contraria a Cuba y su revolución, para lo cual los mastodontes de la información manipulan, dicen medias verdades y mienten. Ejemplos de esas técnicas desinformadoras son: asegurar, como lo hacen, que Zapata Tamayo era un prisionero político y olvidar que sobre todo era un delincuente rematado de conducta acentuadamente agresiva; sugerir (como también lo hacen) que Zapata murió de hambre y sin la atención médica que requirió; propalar que a los gobernantes cubanos parece importarles muy poco o nada la vida de sus compatriotas; afirmar que los así llamados disidentes carecen de libertad política, a pesar de que conspiran contra el socialismo.
Aquí en Bolivia, refuerzan la cruzada anticubana dos ex presidente y un ex vicepresidente (Tuto, Mesa y Cárdenas), los que en un programa radial sabatino de Panamericana han dicho, descaradamente, que con el lema: “¡Patria o muerte, venceremos!”, “impuesto” a las FF.AA., el Presidente del Estado Plurinacional boliviano muestra sometimiento hacia el régimen castrista… También dijeron que sentían vergüenza porque los jefes militares en ejercicio avisaron que difundirán el mismo slogan que el Che propagó en la gesta guerrillera que comandó aquí y que los derrotados en Ñancahuasú (1967) son reconocidos, y que son relegados y ofendidos los vencedores de entonces. Mesa añadió que admira al Che y que reprueba el asesinato dispuesto por los jefes castrenses y omitió referir la intromisión de la CIA en ese operativo criminal.
De nuestra parte decimos que aquellos que se creen dignatarios de Estado mienten porque, ahora, las relaciones entre Bolivia y Cuba son de colaboración y de solidaridad verdaderas, lo que es imposible entre nuestro país y potencias imperiales. Al respecto, el Embajador cubano en nuestro país reitera que cuando se vayan de aquí médicos y profesores, que curan enfermos y alfabetizan a compatriotas (enteramente gratis), sólo se llevarán a cambio la gratitud de nuestro pueblo, la que se manifiesta a diario por diferentes vías.
El Che, en la guerrilla que dirigió y los comunicados que entregó llevan la firma: “Ejército de Liberación Nacional de Bolivia” y no difundió “¡Patria o muerte…!”, como seguro lo hizo en Cuba que ayudó a liberar.
Lo que importa, sin embargo, es el contenido antiimperialista de “¡Patria o muerte…¡”, antes que las cuestiones formales, aunque éstas lastimen a los ex gobernantes; nosotros recogemos, junto con nuestro pueblo, el mensaje antiimperialista de aquel lema, el que es una consigna en Cuba que enfrenta el bloqueo económico, financiero y comercial, el que constituye una verdadera guerra del imperio contra la Isla rebelde.
Esos ex gobernantes, además, con aquellas mentiras se suman a la campaña anticubana la que, a pesar del daño que causa, tiene una proyección limitada y, con certeza, jamás conseguirá mermar el respaldo de nuestros pueblos a la Revolución Cubana porque ésta es un ejemplo inacabable.
El MOBOSOCU reitera su apoyo a la Revolución Cubana, rechaza con firmeza la campaña anticubana que se apoya en una muerte lamentable y reafirma su participación en la lucha de ideas para enfrentar a los repetidores criollos de mentiras que pretenden, esperamos sin éxito, al menos desacreditar al socialismo cubano.
La Paz, 22 de marzo de 2010
Por el Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba
Remberto Cárdenas Morales Elvira Quispe Rodríguez
Presidente Vicepresidenta