No hay palabras suficientes para describir ciertos instantes de emoción. Lo cierto es que la gente se moviliza cuando se le toca el corazón y cuando en un símbolo —como las cintas amarillas que hoy día 12 flamearon en plazas, balcones, camisetas, manos, edificios, bicicletas, árboles…—, se expresa el sentimiento más hermoso que puede generar un ser humano: la solidaridad.
Hoy, en el Centro Memorial Martin Luther King, como en tantos otros sitios de Cuba, otra manera de expresar esa solidaridad hacia nuestros Cinco hermanos que sufren 15 años de injusta prisión en cárceles norteamericanas, se hizo presente.
Por eso quedan estas imágenes porque a veces las palabras no son suficientes.