En la pantalla, las imágenes traían a la memoria momentos de intervenciones, actos de terror. Los sentimientos que surgían eran imantados por el cuerpo del bailarín, que los devolvía en cada uno de sus movimientos. A través del arte y en palabras de los participantes, el pasado viernes, desde el Centro Memorial Martin Luther King (CMLK) de La Habana, nuevos mensajes de solidaridad con el pueblo sirio se sumaron al grito internacional de no a la guerra.
Convocado por la propia institución, integrantes del Proyecto Nuestra América –grupo de reflexión y acción que une a jóvenes cubanos y estudiantes latinoamericanos-, activistas de solidaridad y miembros de organizaciones sociales como la Unión de Jóvenes Comunistas de Brasil y el Movimiento Sin Tierra, el encuentro contó con representantes de varias naciones del pueblo árabe y, Ghassan Haidar, en nombre de la embajada siria en la Isla.
Al abordar brevemente la situación en su país, el diplomático expresó que la intervención extranjera liderada por los Estados Unidos, es para que las máquinas económicas sigan funcionando y dar seguridad a Israel. Hay un proyecto del sionismo contra Siria, expresó, y mencionó hitos en el camino de agresiones que ha vivido el territorio.
De Palestina, Nureddin Mustafa, quien dijo pertenecer a Siria del Sur, hizo alusión a las “atrocidades de los mercenarios en la región y que la mayoría del pueblo se opone a una invasión”.
Por su parte, Joel Suárez, coordinador general del CMLK, manifestó su indignación ante hechos como este, en los que se usa a Dios para masacrar a otro pueblo. “Es importante en los mensajes que salgan de aquí, que se diga que en Cuba cristianos, musulmanes, creyentes de religiones afrocubanas y otras estamos junto al pueblo sirio”, y añadió que existe otro Dios, otra forma de leer la Biblia desde el Shalom y la paz.
Durante el acto se hicieron públicas declaraciones de apoyo a la nación árabe suscritas por Movimiento Cubano por la Paz y la Organización de Solidaridad con los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL).
Del Comité internacional de Solidaridad con los cinco cubanos condenados injustamente por los Estados Unidos, Graciela Ramírez llamó a girar la mirada a las diferentes informaciones que desmienten las acusaciones sobre la utilización de armas químicas por el gobierno de Bashar Al Asad, un pretexto para la intervención tras dos años y medio de conflicto en el país.
A solo unos días del 11 de septiembre, en el intercambio se recordó la fecha y su significado para el pueblo norteamericano, pero también para el mundo debido a las sucesivas “invasiones contra el terrorismo” que han sido parte de la historia a partir del 2001.
Como mismo se reflejó en el documento leído al inicio: “Siria es un obstáculo para el proyecto de hegemonía global… La unidad de los pueblos es la única forma de detener la voracidad imperialista”, una manta que recorrerá la universidad y otros lugares de la capital cubana, recogió las voces de respaldo a esa nación, a la paz y la justicia.