La triste noticia fue confirmada por integrantes de la organización IFCO/Pastores por la Paz, que él lideraba y que sistemáticamente, desde 1992, se han solidarizado con el pueblo cubano, en la lucha contra el inmoral e injusto bloqueo que sostiene el gobierno estadounidense contra nuestro país. En los últimos doce años han alzado su voz a favor de la libertad de los Cinco cubano presos en cárceles de EEUU.
En noviembre de 1992, en ocasión de la llegada a Cuba de los donativos de la primera Caravana, Walker expresó: “Aquí estamos, no porque Cuba nos necesita, sino porque el mundo necesita a Cuba”.
Fiel a su fe y a sus valores, Lucius asumió acompañar al pueblo cubano, a pesar de las prohibiciones y el peligro de ser juzgado en su país. Para él las Caravanas no eran un “proyecto de entrega de ayuda” sino “una acción en la cual las personas que la apoyan declaran su derecho a dar. Nuestro derecho a dar, en realidad nuestro derecho hacerlo, no debe estar determinado por el gobierno, pero sí por nuestra fe y nuestros valores. Así, más que pedir permiso al gobierno, este proyecto sigue las enseñanzas de nuestra fe. La responsabilidad humana para escoger o rehusar a obedecer a los poderosos es primaria e inevitable (…)”
Con esa convicción de esperanza y amor queremos recordarlo en el Centro Memorial Martin Luther King, una de sus casas en Cuba. Hoy no estamos de luto, sino de lucha, porque en ella es donde estará eternamente, Lucius.
Centro Memorial Martin Luther King
La Habana, 7 de septiembre de 2010