Por Sayonara Tamayo Arjona-
El sacerdote revolucionario colombiano Camilo Torres ha sido recordado esta semana tras conmemorarse 54 años de su muerte en combate junto al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de ese país.
La vigencia de su pensamiento y acción fue el tema de un conversatorio homenaje al conocido también como el «cura guerrillero». El espacio se realizó en el Instituto de Filosofía en La Habana, y fue organizado por la Cátedra de Pensamiento Social Crítico Franz Hinkelammert, el Centro Oscar Arnulfo Romero y el Centro Memorial Dr. Martin Luther King, Jr.
¿Cómo el pensamiento de Camilo Torres nos ilumina para comprender fenómenos socio religiosos como el fundamentalismo? Esa interrogante pautó la intervención del sacerdote colombiano Joaquín Mayorga Fonseca, que sirve en la Arquidiócesis de San Juan, en Puerto Rico.
Tras calificarlo como un pionero del cristianismo revolucionario y uno de los padres de la Teología de la Liberación, Mayorga recordó que a Camilo hay que mirarlo como ciudadano, cristiano, sacerdote y científico social, además de guerrillero. A él, dijo, “hay que buscarlo entre los vivos, no entre los muertos”.
Justamente porque sus contribuciones socio-teológicas están vigentes, el pensamiento de Camilo Torres es una guía para nuestra mirada crítica hacia los procesos de conservatización social que se expresan, por ejemplo, en los fundamentalismos religiosos. Precisamente porque él, afirmó Mayorga, es de un tiempo y una iglesia que no cupo dentro de las paredes de los templos; una iglesia que acogió y formó cristianos eficaces en la lucha y en el amor.
Al realizar una periodización del cristianismo, explicó que en el siglo XXI han aparecido las grandes contradicciones y crisis de las iglesias cristianas, tanto las nuevas como las históricas. Entre ellas, están los escándalos de corrupción y pedofilia de la iglesia católica. Existe en este momento una gran cantidad de movimientos cristianos restauracionistas, conservadores y fundamentalistas que no sólo son evangélicos, sino también dentro del propio catolicismo. Ellos son una respuesta y se alimentan de esas crisis y contradicciones de las iglesias tradicionales, que ya no satisfacen las necesidades espirituales o de otra naturaleza de la gente.
Muchos elementos evidencian esa crítica. Las iglesias llamadas “fundamentalistas” no responden, como otras, a una estructura jerárquica, sino al carisma de sus líderes. En ellas el centro deja de ser Dios para ser un líder que se hace fuerte y muchas veces también rico. Es así como de lo religioso, dan el salto a lo económico y luego a lo político.
“El fundamentalismo es un proyecto político y también empresarial. Es el instrumento del imperialismo para acabar con la lucha de los pueblos”, afirmó, y agregó que el concepto del “amor eficaz” de Camilo Torres debe iluminar al cristianismo del futuro, que debe ser un cristianismo por la vida y por la madre tierra; un cristianismo de la misericordia, de los pobres.
Es en este propósito donde nos reencontramos con el pensamiento camilista. Él fue uno de los iniciadores de una corriente del cristianismo más apegada a nuestra identidad latinoamericana como la teología de la liberación, afirmó el sacerdote guadalupano colombo-ecuatoriano Mauricio Ortiz, quien invitó a volver a las fuentes y el origen de la teología de la liberación.
En sus contribuciones, Camilo Torres logró conectar el cristianismo con la revolución como proceso socio-histórico, precisamente en un contexto donde tanto el comunismo como la paradigmática Revolución Cubana, con carácter socialista, fueron satanizados. Aún en medio de esa complejidad, vinculó al marxismo con el cristianismo, a partir del compromiso con “los otros” y la praxis como expresión fundamental del “amor eficaz”.
“Él hizo que el evangelio se volviera realidad desde el trabajo de base”, afirmó.
Según Ortiz, en la teología de la liberación y los aportes de Camilo Torres podemos encontrar las pautas para lo que debe ser nuestra pastoral, nuestra ética revolucionaria. La teología, desde la perspectiva de Camilo Torres y de quienes aún apostamos por un cristianismo revolucionario, debe ir acompañada por el compromiso vivo, por la acción; todas nuestras acciones son políticas, como lo fueron las de Jesús contra el sistema imperialista y sacerdotal de la sinagoga.
“Nosotros entenderemos al cristianismo en sus esencias sólo si bebemos del pozo de lo que hizo Jesús. Así lo hizo Camilo Torres también”, concluyó.
Un nuevo libro
Para seguir profundizando en el pensamiento filosófico y teológico de Camilo Torres a partir del testimonio de su propia vida, la Editorial Caminos del Centro Martin Luther King trabaja en la edición cubana del libro Camilo Torres Restrepo: polifonías del amor eficaz, que ya fue publicado en Argentina.
Con la coordinación y compilación de Luz Ángela Rojas Barragán y Nicolás Herrera Farfán, el texto es resultado del esfuerzo conjunto de varias editoriales como El Colectivo, de Argentina; Quimantú, de Chile; El Perro y la Rana, de Venezuela, Caminos, de Cuba; así como del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC) de la Universidad de Buenos Aires y el Colectivo Frente Unido-Investigación Independiente.
En el libro, que reúne textos de diversos autores, se abordan las contribuciones de y sobre Camilo Torres desde múltiples aristas como la teología, la teopolítica, la organización y la lucha revolucionaria, la filosofía, la pedagogía, la sociología y la ideología.
Entre los autores, se encuentran Raúl Suárez Ramos, director fundador del Centro Martin Luther King y el Comandante de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz.