Por: Red EPA Pinar del Río
¿Cómo será el mundo más allá del año 2000?, esa era una pregunta que nos acompañaba a todos allá en el año 1998 cuando comenzó la historia de CEPRODESO; una única certeza para entonces: si todavía estamos ahí, seremos gente del siglo pasado o peor todavía, del pasado milenio; así es que, XX años después, cada recuerdo o hecho acontecido, nos habla, cuestiona, interpela… Justo con la intención de reflexionar sobre la historia y revalorar fuerzas, sueños y futuros convocamos un espacio que permitió intercambiar sobre el andar de CEPRODESO desde diferentes aristas: lo político, lo comunitario, lo institucional, lo metodológico, entre otros.
Sentimos esa tarde de septiembre de 2019 que una vez más coincidíamos con los grandes retos que asume Cuba, pues justo ese día quedaron constituidos y tomaron posesión los órganos electorales después de aprobada la nueva Constitución de nuestra República. Una vez más, lo supimos, nadie se va a rendir menos ahora.
Fue agradable activar el recuerdo, volver a las raíces, cuando varios educadores ambientales confluyeron en el Taller Básico de Educación Popular del Centro Memorial Martin Luther King, puerta grande que ha abierto caminos en nuestra sociedad permitiéndonos defender nuestro proyecto social y alumbrar un horizonte mejor. Reconocemos que desde allí el pacto contaría más tarde con todos los apoyos de la casa de familia que pasó a ser, con el tiempo, el CMMLK con su gente.
Así que dejados provocar por la voz de Jesús Figueredo con los aportes metodológicos de CEPRODESO desde la educación popular ambiental como concepción política y pedagógica en estos XX años, sumado a Jorge Ferro con una mirada institucional a la relación CEPRODESO – ECOVIDA desde la formación, la investigación y los servicios ambientales, regresamos a los primeros pasos de bebé; a ello se sumó la voz de Yohalis Pereda desde las contribuciones que la Delegación del CITMA en Pinar del Río reconoce en el quehacer de CEPRODESO, y la Red de Educación Popular Ambiental que animaba y cerraba esta mesa de diálogo con una necesaria mirada al contexto cubano y latinoamericano, a los retos que se visualizan y los énfasis anticapitalistas de nuestro actuar, movidos desde la profundidad política a la que nos llama siempre Joel Suarez.
Siendo imposible nombrar y confiando en que los que se hayan sentido tocados por CEPRODESO lo saben, nos hemos acompañado unos a otros a fin de sensibilizar a muchos grupos, instituciones y comunidades con la realidad socio ambiental que vivimos, cuestionándonos cómo construir entre todos, desde el respeto a la diversidad, una vida mejor en el día a día y que se multiplique nuestro compromiso de auto transformarnos para así, transformar.
Seguimos convencidos hoy de que la utopía hay que hacerla cada día y que no es lo mismo una estrella que un millón…, nos tocó extrañar a los que no están pero viven en nosotros, al decir de Dulce María Loynaz, como está la voz en la garganta del sinsonte aunque no esté cantando. Muchas personas han aportado en este andar problematizador, revelador y complejo en el que nos va la vida.
Seguiremos pues haciendo Ciencia con Arte, buscaremos desde la Pedagogía Freireana cómo ser mejores seres humanos convencidos que la ciencia que hemos hecho, que estamos construyendo, no dejará de estar acompañada del compromiso social, de ver a los sujetos de los procesos como poetas que asumen la coautoría en la danza de la Educación Popular Ambiental, como esos compañeros de causas compartidas que juntos emprendimos un recorrido, con la complejidad de aprender y desaprender conjuntamente, de entrar en el arcoiris para ver lo invisible; y es que la causa ambiental también es un escenario de lucha con un enemigo que no es frontal, con un contrario que podemos ser cada uno de nosotros, incluso, nuestros compañeros más consagrados.
Ratificábamos entre todos, desde múltiples códigos (por supuesto que no faltó el atinado poema de Bacallao), la apuesta CEPRODESIANA, construir el saber ambiental desde el diálogo y la participación; sin pensar en un solo saber ambiental, cada grupo, cada comunidad, cada institución, cada país podrá construirlo, desde la participación, así cada quien tendrá un credo ambiental fundado desde los sentidos comunes que hemos aprendido a compartir.
Esta fue sola una de las jornadas para que el XX aniversario no fuera una fecha de noviembre sino un pretexto para oxigenarnos, a puertas abiertas y seguir…