El 2007 ha sido un año de exitos compartidos, de celebraciones, reconocimientos
y alegrías por nuestro XX Aniversario. Todo lo que realizamos durante este año,
contó con la mirada amiga de cada uno de ustedes, no faltaron caricias y
aplausos, ni la reflexión honesta que complejiza y desafía, siempre estimulados
a seguir pensando con el corazón, y a ser retados con nuevos sueños.
Que el Dios que se hizo ser humano y puso su tienda de campaña en la tierra,
y bajo amenaza de muerte realizó sus sueños, nos sostenga en esperanza y nos
invite a seguir alimentando nuestras utopías, en este nuevo año.