Hoy celebramos el 70 Aniversario de nuestra Iglesia, y yo añadiría, 46 años de haber iniciado un proceso de renovación integral que constituyó una nueva etapa de su historia como Comunidad de Fe.
En el año 1971 comenzamos a colocar en su justo y necesario lugar a la iglesia institución, y releer la Biblia con la luz de la iluminación del Espíritu de Dios. Como nos enseñó el maestro René Castellanos la Palabra de Dios por excelencia es aquella que ya era desde el principio, estaba con Dios y era Dios. Se hizo carne –que es hacerse historia humana. Y puso su tienda entre nosotros. (…) al igual que Martin Luther King Jr. en el año 1963, en una prisión en Birmingham, nos hicimos tres preguntas:
Primera Pregunta: ¿Cuál es la Centralidad en el Ministerio de Jesús de Nazaret?
El texto de Marcos está bien definido: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios se ha acercado”. No hay dudas, para Jesús el tiempo se ha cumplido, ha llegado el Kairos de Dios para su pueblo, el tiempo que no se mide en años, meses, semanas y días; sino el tiempo oportuno, cargado de liberación, el tiempo donde Dios abre un momento en que algo bueno va ocurrir, y por lo tanto desafía la actuación de la mediación humana, de lo que se trata de una nueva oportunidad para la plena salvación del ser humano. Es el tiempo de Dios. Y con ese sentido del momento histórico, declara lo esencial de su ministerio: acercar al pueblo al REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA.
No lo define porque sería limitarlo a un concepto. Cuando los discípulos de Juan le preguntan “¿eres tú aquel que había de venir o esperaremos a otro”, su respuesta fue terminante: “Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio…” Mat. 11:4-5. (…) Bajo el lema una sola alma, un solo corazón, no puede haber necesitados entre nosotros: eso es acercar el Reino de Dios y su justicia. Lo contrario es la injusticia y la impiedad.
También en los primeros años de la década de los setenta, nos preguntábamos una y muchas veces qué significa seguir a Jesús en la nueva situación en la cual nos coloca como Iglesia de Jesucristo. Si la centralidad del Reino de Dios y su justicia era la opción priorizada de Jesús, entonces seguir a Jesús es acercar el Reino de Dios al Barrio, al pueblo y dar testimonio de la vigencia del proyecto de Aquel que es la viva Palabra de Dios. Y esta Iglesia Bautista, acepto el reto de su Señor y Salvador.
Segunda pregunta: ¿Cuál es la Estrategia de Jesús?
Las dos estrategias a seguir en su momento histórico eran: por una parte la de los esenios y los celotas de apartarse del mundo y vivir encerrados en la práctica religiosa como un fin en sí mismo. Po la otra, la lucha armada contra el Imperio Romano.
La creación de pequeñas comunidades es la estrategia de Jesús. “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre ha placido daros el Reino.” (Luc. 12; 32)
Hoy celebramos el setenta aniversario de esta Iglesia, que veinticuatro años después de su fundación se atrevió a optar por el movimiento de Jesús, y con él, acercar el reinado de Dios y su Justicia, y su estrategia, colocar a la Iglesia institución en justo y necesario lugar, y ser una Comunidad de fe, una modesta comunidad de fe y que se encarnó en el Barrio de Pogolotti.
El Centro Martín Luther Ming Jr. jamás debe olvidar que ha sido, es y será la realización de una pequeña comunidad que ser atrevió a decir también; “Yo tengo un sueño”.
Por último: ¿Cuál era su demanda ética, moral y espiritual?
La centralidad en el Reino de Dios y su justicia y la formación de pequeñas comunidades de fe, no reflejaría la visión y la misión de Jesús de Nazaret, podía convertirse en un evangelio de ofertas. Pero el texto de Marcos nos plantea que lo que viene a completar holísticamente el ministerio público de Jesús, es que el evangelio de Jesús es un evangelio de demandas: “El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado, ¡Arrepentíos”, ¡Metanoia!” El arrepentimiento no es solamente una experiencia subjetiva, íntima, es eso, pero también es una experiencia en nuestra mente, un cambio de mentalidad, y tampoco se queda en la subjetividad y la mente, es una experiencia en nuestro estilo de vida, nuestra conducta (…) este no es un evangelio de gracia barata: es la demanda de colocar puerta estrecha, la mano en el arado, no mirar hacia atrás, es negarse a uno mismo y tomar la cruz cada día y ser discípulo de Jesús, es seguirlo. Por eso le dijo a sus discípulos y repito: “no temáis manada pequeña”.
No olvidemos jamás, que no hay corona sin la cruz, que poner la mano en el arado, significa, pagar un precio, y esta Comunidad de fe, ha pagado el precio, por esa razón surgió la Fraternidad de Iglesias bautistas de Cuba.
Hoy, a setenta años del inicio de su organización y a 46 años cuando la comunidad se detuvo, para reafirmar su fe y su confianza en Dios y emprender una nueva pastoral, SEGUIMOS CON LA MANO EN EL ARRADO Y LA FIRME DETERMINACIÓN DE NO MIRAR HACIA ATRÁS.
Oremos a nuestro Señor Jesucristo: Danos fuerza, fe y valor para seguir tu ejemplo. Porque nuestro tiempo también se ha cumplido, y no renunciamos a seguir acercando el reinado de Dios y su justicia a nuestro barrio y a nuestro pueblo. Amén.
[1] González Ribero A: “Historia de la Iglesia Bautista Ebenezer de Marianao”.
[2] Suárez Rodés R (2004): Participación y poder: valoración crítica del gobierno congregacional en una iglesia bautista, Trabajo de diploma como cumplimiento parcial Para la obtención del grado de Licenciada en Teología, Seminario Evangélico de Teología Matanzas.