Este es un libro escrito por necesidad. Mezcla de testimonio, recuento y evaluación, al narra una de las historias de la absorción de Paulo Freire y su pedagogía del oprimido en Cuba, su autora pretende que le permita seguir haciendo educación popular, seguir expandiendo aún pequeña cuando se compara con sus posibilidades asimilación entre nosotros. Y quiere tambien ayudar a preservar esa fina y resistente urdidumbre de amistad, trabajo compartido, pensamientos comunes que une a la educación popular cubana con la del resto de América Latina, en cuyo tejido ha participado en los últimos quince años.
La rectificación y la crisis cubanas, las revoluciones centroamericanas, el Movimiento de los Sin Tierra, el Zapatismo, el Centro Memorial Dr. Martin Luther King, Jr., los centro de educación popular del continente, son, entre otros, los lugares y los momentos que recrean estas memorias. No es, nos aclara su autora, “la” historia; es, apena, una versión subjetiva de un camino. Pero al leerla, se intuye que lo que no nos dice Esther Pérez explícitamente es que está convencida de que esas versiones subjetivas son la materia misma de la Historia.