Lula pronunció un discurso en el que se mostró resueltamente optimista en vista de los actuales datos económicos.
“En América del Sur, pero sobre todo en las calles de Túnez y de El Cairo, y de muchas otras ciudades africanas, está naciendo una nueva esperanza. Millones de personas se levantan contra la pobreza a la que están sometidas, contra la dominación de los tiranos, contra la sumisión de sus países a las políticas de las grandes potencias”, dijo Lula.
También llamó a África a tomar conciencia del potencial del continente y del extraordinario futuro que le espera, con sus 800 millones de habitantes y sus tierras inmensamente ricas, que pueden permitirle, primero que nada, lograr su independencia en materia de producción alimentaria.
“Durante demasiado tiempo, los países ricos nos consideraron como los márgenes peligrosos y problemáticos, pero quienes con arrogancia nos dieron lecciones sobre cómo manejar nuestras economías no han sido capaces de escapar a la crisis nacida en el centro del capitalismo mundial”, dijo Lula.
El presidente Wade, por su parte, se presentó claramente como un defensor de la liberalización económica. Llegó incluso a revelar que no estaba de acuerdo con el movimiento antiglobalización, aunque comparte con sus integrantes la idea de cambiar el mundo.
“Soy partidario de la economía de mercado y no de la economía administrada por el Estado, que ha fallado en casi todas partes del mundo”, dijo, agregando que durante mucho tiempo hizo campaña para que África tenga un escaño en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Si ustedes que están aquí hubieran apoyado esta idea, entonces África ya estaría en el Consejo de Seguridad. Desde 2000 he seguido a su movimiento y todavía —disculpen mi franqueza— me pregunto: ¿han logrado cambiar el mundo?”, agregó.
El Foro Social Mundial se realiza del 6 al 11 de este mes en Dakar. Se trata de su undécima edición, desde que se creó en 2001 en Porto Alegre, Brasil, bajo el lema “Otro mundo es posible”.
La última versión unificada de este encuentro de la sociedad civil se realizó en 2009 en Belém, en el norte amazónico de Brasil.
Por Koffigan E. Adigbli, IPS/Terra Viva