Hoy despedimos a uno de los más grandes patriotas de América y mientras lo lloramos, evocamos su ejemplo de humanidad para abrazarnos y continuar el camino.
Comandante invicto, líder de la Revolución Cubana y de la unión entre los pueblos contra el colonialismo y el imperialismo, Fidel entra definitivamente en la historia dejando un legado inmenso.
La dignidad, el heroísmo, la claridad estratégica para construir junto al pueblo cubano una revolución antiimperialista a 90 millas del imperio. La lucha indeclinable por la soberanía, capaz de construir un modelo socialista priorizando las necesidades básicas de la población: la salud, la educación, la cultura, la paz, la seguridad y el desarrollo de las personas, una situación que contrasta con la que se vive en los países que rodean a Cuba, de similares características pero directamente sometidos al imperio del capital.
Pero además, la Revolución cubana desde el primer día de convirtió en un ejemplo de solidaridad internacional, poniendo en acto la máxima de José Martí, “Patria es humanidad”, a partir de brigadas médicas y otras iniciativas de apoyo a pueblos hermanos ante situaciones difíciles. Allí donde la hipocresía de la diplomacia internacional inventó el negocio detrás de las guerras y las catástrofes sociales, Fidel y la Revolución Cubana continúan mostrando una alternativa real basada en el humanismo y la solidaridad, combatiendo el imperialismo, advirtiendo sobre los riesgos del “progreso” que ofrece el capitalismo, con su ola de violencia, saqueo, devastación ambiental y miseria creciente.
Por esas causas los principales dueños del dinero y sus agencias, centralmente desde Estados Unidos, intentaron asesinarlo físicamente 638 veces, mientras los medios privados de comunicación intentaban asesinarlo simbólicamente. Pero 90 años después de su nacimiento, Fidel se va para quedarse, triunfante, absuelto por la historia que escriben los pueblos con sus propios medios. No pudieron con él.
Hace poco más de tres años, Fidel despedía al mejor discípulo, Hugo Chávez y evocaba “ese rastro que dejó el amigo, ese antídoto de vida, contra la sierpe que sueña la América dividida”.
Ambos, Chávez y Fidel, crearon el proyecto ALBA para recuperar y proyectar hacia el futuro el sueño de Simón Bolívar y de tantos y tantas que nos precedieron: una América unidad, libre y soberana.
Los movimientos hacia el ALBA levantamos junto a los pueblos de América y el mundo esas banderas. Continuamos la lucha por la liberación y por la integración como el único homenaje posible a quienes señalaron el camino.
Entre el 1 y el 4 de diciembre, homenajearemos a Fidel en nuestra Asamblea continental, que se realizará en Colombia. Allí nos reuniremos 240 delegados y delegadas de cientos de movimientos populares de todo el continente y se escuchará el grito que en esta hora nos conmueve y resuena en Nuestra América: ¡Viva Fidel! ¡Viva el pueblo de Cuba!
Hasta siempre Fidel, Comandante del Alba!!
Hasta la Victoria!!
Articulación de movimientos hacia el ALBA
26 de noviembre de 2016