El encuentro no solo apeló a la memoria, sino también al presente y el futuro de la Iglesia cubana, que tiene el desafío de asumir un mayor compromiso con el pueblo cubano y una “mayor vocación de servicio a Dios en nuestra patria”, dijo Sarahi García Gómez, de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba, y Vicepresidenta de la Federación de Movimientos Estudiantiles Cristianos para América Latina y el Caribe.
Al repasar el significado de la Celebración Evangélica en 1999, a donde asistió Fidel Castro Ruz, el reverendo Raúl Suárez, director del Centro Memorial Martín Luther King Jr. y fundador de la Fraternidad Bautista de Cuba, destacó que entonces se evidenció una nueva etapa en las relaciones Iglesia-Estado.
El también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, dijo que este momento fue posible “gracias a la lealtad y al testimonio de hombres y mujeres de fe, que como los caminantes de Emaus, habíamos aprendido que nuestra comunidad de fe, y nuestra santa ciudad jamás se abandona…”
Suárez añadió “que en esta hora de la crisis financiera que no hemos creado, ni somos responsable de ella, pero que nos afecta (…) que en cada uno de nuestros cultos y espacios corran los ríos de agua viva por la presencia del Espíritu Santo” y “fortalezca el amor bíblico al trabajo, a la unidad de nuestro pueblo”, a los valores comunitarios, morales y espirituales, como antídotos a la evasión, a la indiferencia y al “sálvese quien pueda.”
El presidente del Consejo de Iglesias de Cuba, reverendo Marcial Miguel Hernández, de la Iglesia Evangélica Libre, realizó la predicación central, basada en el texto bíblico de Éxodo 13: 19 al 21. “Este Dios está con nosotros este día, este Dios esta con nuestra nación…” que “Dios dará gracias y sabiduría a nuestros gobernantes” y que “llevaremos la gloria de Dios a otras naciones también.” Y recordó que “todo tiene precio, la libertad tiene un precio y los momentos difíciles plagados (de) inseguridad son la oportunidad para crecer, para demostrar nuestra confianza y fe, para no dejarnos perturbar, para no perder la visión, para oír la voz divina, que dice en esta hora: No te detengas”.
Además no faltó la mención solidaria al pueblo hondureño y en particular, a la familia del joven Isy Obed Murillo, asesinado por las fuerzas militares golpistas el domingo 5 de julio, en el Aeropuerto de Tegucigalpa. “Que la consolidación del espíritu de Dios llegue a su familia y su congregación”, pidió el reverendo Raúl Suárez.
Alternaron con los oradores coros, una orquesta y otros grupos musicales, pertenecientes a distintas denominaciones religiosas.
Junto a los líderes evangélicos cubanos estuvieron en esta conmemoración el secretario mundial de la Sociedades Bíblicas Unidas, el británico Miller Miloy, y su representante para América Latina, el puertorriqueño Melvin Rivera. Otras autoridades presentes fueron el primer secretario del Partido Comunista (PCC) en Ciudad de La Habana, Pedro Sáez Montejo; el presidente del gobierno provincial, Juan Contino; y la jefa de la oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC, Caridad Diego.
En territorios como Moa, Bayamo, Camagüey, la Isla de la Juventud, Matanzas, Santiago de Cuba y el Mariel también se celebran actos similares, que reúnen a cristianos y cristianas.