Cambiar “todo lo que debe ser cambiado”, con la profundidad requerida, el derecho a equivocarse y el reconocimiento y respeto a la diversidad de ideas y al disenso, estuvo en el centro de la primera conferencia de un encuentro convocado como “otra vuelta de tuerca” en el pensamiento joven sobre Cuba.
“Vivimos un dilema entre la conciencia de una urgencia de cambio y el freno de la incertidumbre”, dijo el sociólogo Aurelio Alonso, en un diálogo con el público sobre los desafíos de la Cuba actual, incluido su necesaria inserción en “el sistema mundo” desde la posición de un país socialista bloqueado.
El III Encuentro de Crítica e Investigación Joven “Pensamos Cuba” se realizó los días 9 y 10 de marzo de este mes, en el Salón de Mayo de la institución cultural habanera Pabellón Cuba, convocado por la Sección de Crítica e Investigación de la Asociación Hermanos Saíz en la capital de Cuba.
Presentado durante la cita como miembro del consejo de dirección de la “desaparecida revista Pensamiento Crítico”, una experiencia única en la isla tras el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, Alonso defendió la necesaria reivindicación de términos como transición, sociedad civil y disidencia.
Tras considerar “una debilidad política muy fuerte” dejar que los enemigos de la isla “manipulen los conceptos”, el intelectual aseguró que Cuba vive en un proceso de transición, no hacia el capitalismo, pero sí en la búsqueda de “un socialismo viable, sustentable, realizable”.
En ese sentido, alertó sobre la urgencia de una comprensión social y en especial desde la dirigencia, de que lo que pasó en la antigua Unión Soviética y Europa del Este no fue la responsabilidad de una persona sino el resultado de que ese modelo socialista del siglo XX se había hecho “inviable como sistema”.
“No fue un problema coyuntural; su economía podía haber subsistido. Se desmorona porque no había democracia”, aseguró Alonso.
Así, el pensador enumeró, entre otros desafíos, la necesidad de la actualización de la legislación cubana, empezando por la Constitución, una reforma donde el Partido Comunista deje de estar por encima, o dirigiendo al Estado, la creación de mecanismos reales de participación y rendición de cuentas, así como de una descentralización eficaz.
En intercambio con el público joven asistente, el editor de la revista Casa de las Américas reconoció que su esperanza estaba en las generaciones jóvenes, aseguró que las deficiencias de la prensa cubana no estaban en los periodistas sino en la política que la dirige y limita y advirtió que la corrupción no se resolverá con llamados.
Así, enfatizó, el problema no pasa sólo por sancionar un caso tras otro sino por enfrentar y acabar con los desbalances y mecanismos del sistema que crean este fenómeno. De lo contrario, aseguró, los corruptos “de ayer serán sustituidos por los de mañana”.
Además del intercambio con Alonso, “Pensamos Cuba” incluyó una presentación especial de la revista Criterios, que este mes celebra su 40 aniversario, paneles sobre el teatro y el audivisual cubano, incluido el video clip, y un espacio para los debates desde el género, con temas como la masculinidad, el reguetón y las migraciones.
La primera cita de “Pensamos Cuba” se realizó los días 12 y 13 de marzo de 2010 e incluyó debates en torno a los espacios de participación, el arte de la crítica, el audiovisual de los jóvenes realizadores y el escritor ante la realidad social. La segunda, los días 4 y 5 de marzo del pasado año, abordó la diversidad cultural y las estéticas juveniles.