José Ramón Vidal: De múltiples maneras la Educación Popular está llegando a muchas comunidades e instituciones. Algunas de ellas comienzan a interiorizar esta concepción y metodología de trabajo, que va dirigida a la formación de personas activas socialmente, con un sentido de la participación más allá del sumarse a o apoyar a. Son personas que se involucran con alto sentido de pertenencia y creatividad en la identificación de problemas, su solución y la movilización de potencialidades.
Está abriéndose camino en medio de una cultura arraigada, muy de orientación y cumplimiento. Mucha gente espera que las soluciones a sus problemas lleguen de arriba. Eso paraliza muchas cosas en nuestro país. Hay soluciones que dependen sólo de movilizar los recursos de las comunidades. El componente humano es muchas veces el más importante de todos: la voluntad y el deseo popular.
Hay una concepción en la metodología que parte desde la práctica de las personas y la identificación de sus problemas. Persigue ponerlos a pensar en la solución, los involucra en ella y ayuda a no depender de nadie para enfrentar las cosas. Constituye una contribución muy importante para un país (Cuba) donde el Estado ha desempeñado un papel desmedido en la construcción de la sociedad. Hay gente inmovilizada esperando a que el Estado le resuelva todas las cosas. Eso, por supuesto, es inviable: el Estado no puede controlarlo, ni gestionarlo todo. Tampoco puede tener una planificación que satisfaga todas las necesidades de lugares, grupos y personas del país. Por lo tanto, creo que tiene que haber espacio para la creatividad y la participación popular ?cada vez más amplio-, en procesos descentralizadores.
La Educación Popular también está involucrada indisolublemente a lo emocional. Quienes se educan en la Educación Popular se re-encantan, se vuelven a enamorar de un proyecto social, las cosas que hacen, el servicio, la solidaridad, el compartir? Ese re-encantamiento es muy importante entre nosotros, cuando la dureza de la vida que hemos tenido durante tantos años crea desesperanzas y decepción.
Mario Cruz Díaz: Este método pedagógico y político, que potencia la participación, el intercambio, la solidaridad y la unidad entre las personas, contribuye a que se den criterios, escuchen opiniones y participe en cada tarea. Propicia que no solo cumplamos una necesidad o indicación, sino que todos aportemos y contribuyamos a encontrar la solución a nuestros propios problemas. Considero que la Educación Popular es una vía para contribuir al desarrollo de la comunidad.
El segundo secretario ?del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro- nos ha llamado nuevamente a que nada es homogéneo y hay diversidad de criterio, soluciones y vías para buscar una solución. Si cada uno pone la suya, y entre todos escogemos la mejor y más viable, la Educación Popular está contribuyendo a ese llamado que está haciendo la dirección política del país.
María Mercedes Valdés: El contexto cubano actual ha sido muy propicio a nuevas miradas, aperturas y nuevas búsquedas necesarias para continuar este proceso del socialismo cubano, que necesita ser repensado y revitalizado. La Educación Popular nos ofrece instrumentos y formas para organizar y dirigir aquello que, por un lado, sentimos que es necesario cambiar, pero no sabemos cómo hacerlo. La propuesta que nace de aquella de (Paulo) Freire, ofrece una comunicación dialógica, construcción colectiva y el llamado a siempre estar pensando de dónde venimos, cuál es nuestra historia, nuestras raíces y también estar abiertos a nuevas concepciones.
Ha sido positivo toparnos en nuestro camino con la propuesta de la Educación Popular. Esta metodología está en construcción y tampoco es una fórmula ?si la viéramos como eso, me parece que estaríamos muy errados-. Ser un proceso en construcción y que lo estamos entretejiendo a lo cubano, pero también abiertos a nuestro contexto latinoamericano y universal, hace que sintamos esta propuesta como algo válido para querer a Cuba y lo mejor para ella.
Julia María Fernández: Como sociedad, estamos signados por siglos de una educación tradicional y bancaria, como diría Paulo Freire. Todo está estipulado, dicho, y así nos conducimos y actuamos como educadores en las aulas. La Educación Popular ha contribuido a repensar la educación como fenómeno formal y a que las personas asuman la construcción colectiva del conocimiento, la transformación de la realidad y la búsqueda de que todos seamos sujetos activos y coprotagonistas de los saberes y los aprendizajes.
Llevo 32 años como profesora y la Educación Popular me llevó a desaprender muchos esquemas que tenía, a replantearme mi condición de educadora y a pensar qué es lo que quiero que sean los educandos: personas reproductivas, que siguen haciendo lo que otros y otras dicen, o que transformen su entorno de manera creativa, independiente y consciente.
La Educación Popular también ha contribuido a replantearme cambios en el ámbito laboral y personal. Después que abracé sus principios soy más humana: mis hijos reconocieron mis transformaciones, otra manera de dialogar y compartir las cosas que hacemos, entender un poquito más a los otros y a las otras, aceptar las diferencias…
Francisco Santos: La Educación Popular ha contribuido muchísimo y está contribuyendo a todos los procesos sociales que se están desarrollando en la Cuba actual, sobre todo porque promueve y genera una participación consciente de los actores. Esa participación consciente, trata también de recrearla y hacerla colectiva, creando sujetos colectivos.
Esa es una necesidad básica de todas las sociedades y más de la Cuba de hoy, para seguir pensando y repensando el proyecto socialista cubano desde una participación más consciente y comprometida con las causas disímiles como el sector de la cultura, de prevención de infecciones de transmisión sexual y el sida, universitarios, académicos, y algunos en sectores ambientales y proyectos sociales.
Desde esa diversidad estamos haciendo una contribución, por demás, concreta, porque está aterrizada en la práctica. No es algo que se esté teorizando ni escribiendo para que sea leído. Se está viviendo, y desde esa vivencia se está construyendo. Por tanto, lo que se sistematiza es el resultado de una práctica que dejó una huella en un grupo o en grupos humanos diferentes. Por otra parte, se ha creado mucha articulación de las experiencias que generan procesos participativos o democráticos de construcción de saberes.
Yordenis Monge: Mi criterio es que sí, sobre todo a partir de mi experiencia en el territorio. Uno de los elementos distintivos del grupo Bayamo es la diversidad de instituciones que estamos implicadas a partir de su representante. Cada integrante de la Formación en Educación Popular Acompañada a Distancia (FEPAD) está llevando una nueva filosofía de trabajo, relaciones interpersonales y aprendizaje. Es muy relevante el aporte que está haciendo la Red Nacional de Educadoras y Educadores Populares a la movilización y cambio de la realidad cubana.
Zulma Ojeda Suárez: La Educación Popular se ha incorporado al proceso político que llevamos a cabo y los cambios que nos estamos planteando para mejorar nuestro socialismo. Esta metodología da la posibilidad de ver a las personas en toda la capacidad que tienen de transformar, hacer algo diferente y de participación.
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