¿Qué nos une, cuál es la apuesta y el mensaje del Centro hoy? fueron las preguntas que esta mañana iniciaron la II Asamblea de Asociados del Centro Dr. Martin Luther King Jr. (CMMLK). Un saludo colectivo, al ritmo de la canción Dale un abrazo al hermano abrieron el espacio anual del máximo órgano de decisión del CMMLK. La Iglesia Ebenezer de Marianao, nos acogió durante cinco horas.
En la asamblea la integrante de la Coordinación Colegiada Izett Samá presentó los acuerdos tomados por los miembros de la Mesa Nacional que sesionó el día anterior. Uno de ellos redunda en la posibilidad de que las personas de las redes con habilidades, disposición y tiempo puedan sumarse al proceso de acompañamiento a los territorios impulsado desde el CMMLK.
Luego se analizó el trabajo del año anterior y se puso énfasis en el informe de balance financiero. La salud contable para el ejercicio de las funciones y sueños que tiene el Centro es vital. Según Joel Suárez, coordinador ejecutivo, en la medida que seamos más eficaces aumentarán los procesos en los que nos involucramos.
La sesión de la tarde, acompañada por la lluvia, fue para hablar del futuro. Cuáles son los retos y proyecciones para el año.
Joel Suárez presentó el punto y explicó los procesos claves: formación, acompañamiento a redes y experiencias, comunicación y solidaridad para la incidencia, vida interna, gestión de la colaboración internacional y gestión de la contabilidad y las finanzas.
En cuanto a la formación, tiene cuatro líneas: una básica para sensibilizar a un público diverso que se acerca a nosotros, otra temática curricular para egresados de nuestras redes, una tercera para los que se van a dedicar a la formación y, por último, la de formación política, coordinadores y miembros de las redes. También hay una intención de implementar otra para los trabajadores del CMMLK.
“Este sistema se actualiza en constante diálogo con el contexto y con las apuestas que hemos elegidos. Estamos en proceso de ver cómo funciona ese andamiaje este año con una revisión profunda hasta donde hemos avanzado tronco común para formar personas, críticas transformadoras y organizadas”, explicó Ariel Dacal, quien coordina el proceso de Formación.
Según Jesús Figueredo, fundador y miembro del equipo de acompañamiento a la región Oriental, la máxima meta es que donde acompañemos redes queden grupos de personas que puedan generar procesos de transformación para contribuir al bienestar de las personas.
El equipo de comunicación y solidaridad para la incidencia –comentó Sayonara Tamayo quien coordina este proceso junto a Llanisca Lugo- tiene como puntos esenciales la producción de contenidos, la comunicación organizacional con una función articuladora del movimiento que queremos fortalecer. Además, debemos potenciar los espacios en Internet y avanzar en la renovación del sistema tecnológico. Son prioritarios también la integración en plataformas regionales de integración y comunicación, el trabajo para la sensibilización de sectores sociales de los Estados Unidos con la realidad cubana, así como contribuir a enfrentar el conservadurismo religioso y continuar aportando modestamente a los procesos de resistencia e integración popular que se desarrollan en América Latina.
La jornada fue extensa. Los asociados intervinieron en los momentos que consideraron pertinente. Hubo debate pero predominó el consenso, la puesta en común con una mirada al porvenir porque, como casi al final dijo Joel mientras nos abrazábamos, el Centro siempre ha sido un espacio para vivir por anticipado el país y el mundo que queremos.