Por Edel Rivero y Sayonara Tamayo Arjona
Estudiantes de diferentes centros universitarios y representantes de colectivos y organizaciones sociales cubanas, así como de movimientos populares latinoamericanos, marcharon este lunes 11 de noviembre por la céntrica Calle G de La Habana en repudio al golpe de estado contra el gobierno constitucional de Evo Morales en Bolivia.
Varios fueron los comunicados leídos en nombre de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE), la Federación Estudiantil Universitaria y la Casa de las Américas.
La estudiante del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y actual presidenta de la OCLAE, Flavia Villarreal, al leer el pronunciamiento de la organización estudiantil, calificó estos tiempos como de retroceso democrático en Nuestra América.
“Lo que hoy acontece en Bolivia es parte de la máxima expresión de la arremetida imperial y la activación de la Doctrina Monroe en nuestro continente”.
El comunicado repudia también la sucesión de actos fascistas contra dirigentes de movimientos sociales y autoridades gubernamentales que se han desencadenado como parte del golpe y denuncia la complicidad de organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Asimismo, demanda el respeto a la vida de los dirigentes sindicales y estudiantiles, así como los bolivianos que salen a las calles a defender su voto, y se encuentran en la mira de los golpistas y oligarcas que han fomentado el odio.
Por el Capítulo Cubano de Movimientos Sociales hacia el Alba, Joel Suárez recordó que, en días recientes, durante el Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo, se había alertado de esta posibilidad de golpe en Bolivia. Por esa razón, dijo, «queremos hacer un llamado desde La Habana a todos los movimientos y fuerzas progresistas del continente: no hubo una renuncia, porque las renuncias se hacen fuera de amenazas. Evo, su vicepresidente y muchos miembros de su gobierno renunciaron en un acto de paz para evitar el genocidio a los pueblos indígenas y campesinos de Bolivia. Aun así, la derecha no se detiene».
Añadió que la OEA, una vez más al servicio de los Estados Unidos, le dio una puñalada “trapera” a Evo por la espalda y enfatizó que la derecha boliviana y sus instituciones militares han desconocido la voluntad del pueblo.
En nombre de muchos hombres y mujeres de fe presentes en la marcha, expresó su total desacuerdo con que se usen el nombre del “Dios de la vida” y la Biblia para sacralizar un golpe de estado que asesina y excluye a millones de personas en ese hermano país y mucho menos para, “como sucedió en el proceso de conquista y colonización, ponerla al servicio del genocidio de la cultura y la vida de los pueblos originarios”.
Durante la jornada de este lunes, se han sucedido numerosas movilizaciones en todo el continente en solidaridad con Evo Morales y el proceso de cambios en Bolivia, y en repudio al imperialismo, el golpe de estado, el fascismo, la persecución y el racismo contra los pueblos originarios.